Si bien es cierto que hacerse tatuajes o perforaciones corporales en la actualidad es muy seguro, también es verdad que existen riesgos incluso mortales si no es un profesional el que lleva a cabo las tareas, tal y como lo comprueba el caso de una joven brasileña de 20 años, quien perdió la vida luego de que una fuerte infección provocada posiblemente por una mala praxis. Todo ocurrió en el estado de Mato Grosso del Sur.
Se trata de Andressa Souza quien semanas antes de su muerte comenzó a sentir dolor de cabeza y cuerpo, así como temperatura alta, además de que el labio, donde tenía la perforación que se hizo dos meses antes, se le hinchó muchísimo.
Creyeron que era dengue
"Alrededor del 13 de junio, empezó a sentirse enferma, a tener fuertes dolores de cabeza y fiebre. Pensamos que era dengue, porque había un brote. La llevamos al médico y, hasta entonces, pensábamos que eso era todo, porque yo también lo tenía, mi otro hijo", comentó la madre de la chica, María Aparecida da Silva.
Una vez que estuvo bajo supervisión, los doctores se percataron que la sangre de la chica se “infectó” y dañó su cerebro por lo que pasó 24 días en terapia intensiva y tuvo que ser intubada, pero finalmente murió.
Andressa dejó un hijo de tres años y también tenía esposo. Tras despedirse de ella, su mamá comentó: "Era una hermosa y joven, que tenía todo por delante, tenía sueños. De repente, debido a un pedazo de mier** que se metió en la boca, pasó mucho dolor y sufrimiento. Hasta ahora no me lo creo".
No sabe en qué establecimiento Andressa se hizo el piercing, pero pagó cerca de 200 pesos mexicanos (60 reales) por la perforación. Aún no está claro si los familiares procederán legalmente.
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