LEYENDAS DE LA CDMX

El clérigo asesinado que volvió por venganza y dio inició a una de las leyendas de la CDMX

Esta leyenda incluye un hecho sobrenatural, un amor imposible y una revancha que se cumplió después de la muerte

TENDENCIAS

·
Esta leyenda ha pasado a la historia de boca en bocaCréditos: Especial

En lo que ahora es el templo de Santa Catarina, muy cerca del barrio de la Lagunilla, se gestó una de las leyendas típicas de la Ciudad de México, la cual involucra a un hombre que perdió todo debido al capricho que tenía por casarse con una mujer. 

No era una chica cualquiera la que causó la desgracia de este sujeto, pues de acuerdo con la narración que se ha transmitido durante generaciones en esta zona de la capital, Margarita Jáuregui era una de las jóvenes más hermosas que rondaban las calles del Centro Histórico a finales de 1649. 

Era sobrina de Juan Nava, un clérigo que se encargaba de cuidarla a la par de que llevaba a cabo sus actividades religiosas. Entendía bien la belleza de la joven, por lo que siempre estuvo dispuesto a cuidarla para que no se dejara embaucar por algún pretendiente poco honesto. 

Hubo decenas de hombres que intentaron cortejar a la muchacha, pero solamente uno reunió las características que ella buscaba en una pareja: don Duarte Zattaza, un portugués que vivía en la zona desde hace unos meses. 

La aterradora leyenda que se sitúa en el centro de la CDMX; puedes visitar el lugar donde ocurrió

Este lugar ya no existe. 

El europeo hizo de todo para caer en gracia de Margarita, por lo que era frecuente ver que llevaba a la casa de ella con flores y castas de amor. No pasó mucho tiempo antes de que se rindiera ante él y aceptara sus proposiciones para casarse. 

El religioso no tenía problemas con esto, pero había mucho que desconocía del pretendiente de su sobrina, así que decidió investigarlo de forma profunda. 

Después de semanas de reunir información, se encontró con que Duarte había llegado al país huyendo de dos mujeres a las que había dejado embarazadas y además se encontraba cortejando a varias muchachas a las cuales seducía y no volvía a ver. 

Don Juan le pidió a la joven no volver a ver al hombre y cada vez que este preguntaba por ella, le negaba el acceso a su casa. Pese a esto, la pareja siguió viéndose. 

La prohibición no hizo más que aumentar la pasión entre ellos, así que el portugués convenció a la chica de escapar con él para casarse y vivir como marido y mujer, en una charla que sostuvo al pie de la ventana de esta. 

El sacerdote se percató de esto, así que persiguió a Duarte para reprenderlo y hacerle saber que no tendría su permiso. La carrera terminó en el puente que conectaba la zona antes conocida como Santiago Tlatelolco con la casa donde vivía el religioso. 

Todo había sido planeado por el pretendiente de la joven, quien sacó un cuchillo que llevaba en la cintura y lo clavó en la cabeza del tío de la muchacha. 

Esto ocurrió en la noche del El 3 de abril de 1649, por lo que nadie se percató del crimen. Para evitar ser descubierto, el europeo tomó el cuerpo y lo arrojó desde la parte más alta de la estructura para que se lo llevara el río. 

En esta zona ahora hay una plaza y una iglesia.

La aterradora leyenda que se sitúa en el centro de la CDMX; puedes visitar el lugar donde ocurrió

El cuerpo del tío no fue descubierto, ya que se lo llevó la corriente; sin embargo, esto no impidió que el asesino escapara a Veracruz durante varias semanas. 

Esto no impidió que Duarte quisiera abandonar sus deseos de casarse con la joven, así que comenzó a enviarle cartas para hacerle saber que iría a buscarla para completar el plan de escape que ambos habían acordado. 

Cuando el europeo regresó a la Ciudad de México pensó que se saldría con la suya, así que no tuvo mayor cuidado a la hora de pasar el puente sobre su caballo, del cual perdió el control. 

Esto ocasionó que el hombre cayera desde el puente hasta el río sin poder llegar hasta la joven, ni poder despedirse de ella. Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado en las orillas del lugar. A lado del cadáver del asesino se encontró además un esqueleto con túnica de sacerdote y con un puñal en el cráneo.

Esto fue tomado como los lugareños como una señal de que Juan Nava había salido de su descanso eterno para vengarse de Zattaza y así impedir que se quedara con su sobrina. 

Sigue leyendo:

Esta es la leyenda del fantasma de la Basílica de Guadalupe

La leyenda de la Zacatecana: una historia de desamor que terminó en tragedia en Querétaro