LEYENDAS DE LA CDMX

La aterradora leyenda que se sitúa en el centro de la CDMX; puedes visitar el lugar donde ocurrió

Esta es una de las historias de fantasmas que se cuentan desde hace siglos en la capital

TENDENCIAS

·
Son varias las leyendas que hay entorno a esta zona del paísCréditos: Cuartoscuro

Hace 479 años fue que se trazó la calle Cadena, la cual es actualmente conocida como Venustiano Carranza, una vialidad muy cercana al Centro Histórico que ha visto marchar a millones de personas a través de los siglos y donde radicó una de las historias más escabrosas de la capital: la leyenda de doña Francisca, "La embrujada". 

La historia data de los años que el virrey don Luis de Velasco y se sitúa en el número 7 de esta vialidad. Ahí vivía Felipa Palomares de Heredia, una mujer que presuntamente era viuda y heredera de uno de los conquistadores que habían llegado a México junto con los españoles. 

La unión no le había dejado solamente el suficiente dinero para poder tener una vida acomodada, sino que además la había hecho madre de Domingo, un joven bien parecido que fue criado entre lujos y el control extremo de ella. 

Cuando el muchacho creció, la mujer insistió en que era momento de casarse, por lo que era necesario que se consiguiera a alguna jovencita para casarse. 

El monstruo del Lago Ness: Turista asegura tener imágenes, ¿realidad o leyenda?

El Centro histórico ha cambiado gradualmente con los años

Fue al seguro por "patada de chaneque" y su historia voló las redes: FOTO

Era obvio que no cualquiera podía ser la candidata, ya que además de comprobar que tenía dinero, Felipa exigió a su hijo que la elegida fuera aprobada por ella. 

Un día mientras caminaba por las calles, Domingo se encontró con una joven que llamó de inmediato su atención. La vio entrar en una iglesia, así que la esperó. Cuando terminó la ceremonia, comenzó a seguirla sin que se diera cuenta.

La chica caminó hasta una casa de bajos recursos donde vivía con sus padres. Desde entonces, el joven la siguió de forma constante hasta que se enteró de su nombre: Francisca de Benavides. 

Después de cortejarla durante varios meses, la joven aceptó entablar una relación con él. Cuando la señora Felipa se enteró de esto, se dirigió a la casa de la muchacha. 

La chica le ofreció entrar para hablar con ella, pero la mujer se negó y le gritó que no quería que volviera a acercarse a su hijo. La motivación de esto es que no quería que su heredero terminara con alguien humilde. 

Domingo rechazó hacerle caso a su mamá en esta ocasión, por lo cual inició los preparativos para casarse con Francisca. Molesta por la situación, Felipa acudió a una bruja para pedirle ayuda y así separar la pareja. La hechicera dijo que al otro día tendría una solución. 

La bruja pidió que dejara que ambos contrajeran matrimonio y ella le daría un presente que le arrancaría la vida poco a poco. De acuerdo con la leyenda, la hechicera pintó un cojín con la sangre de siete patos y le aplicó un ritual. 

Este objeto le habría causado la muerte a la joven.

Este objeto fue regalado a la novia por parte de doña Felipa. Desde entonces Francisca durmió apoyando su cabeza en esta almohada. Poco a poco la joven fue experimentando dolores de cabeza y desánimo. Pasaron seis meses hasta que la vida por fin escapó del cuerpo de la recién casada.

Desconsolado por la partida de su esposa, Domingo solamente podía pasar el tiempo cerca del cojín de su mujer. En una de esas noches de depresión, vio al espíritu de la fallecida, quien no tenía piel  en el cuerpo.

Esta le comentó lo sucedido con su salud y delató a la bruja y a su suegra. El hombre le prometió vengar su muerte y denunció ante el Santo Oficio a las dos mujeres. 

La historia narra que al inspeccionar la almohada, se determinó que las plumas de pato estaban llenos de sangre y se movían por el piso pese a que nadie los estaba manipulando. Doña Felipa pidió perdón por su delito, pero fue torturada hasta que reveló dónde estaba la hechicera. 

Al final la mujer y la bruja fueron atadas a un poste y posteriormente quemadas en la plaza de Santo Domingo como pena por esta acción. El viudo se encerró en la casa, nadie volvió a saber de él.

La casona desapareció con la modernidad. Actualmente se encuentra en el lugar una tienda de tenis situada a unos metros de lo que hoy es la estación del Metro San Juan Letrán.

En este punto pasan miles de transeúntes al día. 

Sigue leyendo: 

Destinos cercanos a CDMX: Siete Pueblos Mágicos para descubrir en Semana Santa

¿Realmente existió la Atlántida? Esta sería la ubicación de la ciudad perdida en el mar