Los animales nunca dejan de sorprendernos y en esta ocasión, los encargados de protagonizar la siguiente historia que te contamos son un grupo de patos almizcleros de Australia debido a que aprendieron a imitar palabras con gran claridad, pero lo más sorprendente es que saben decir groserías, por lo que se la pasan insultándose entre sí y si dudas de lo que te decimos, hay un video en el que se muestra el “florido lenguaje” de estos patos.
De acuerdo con un estudio recientemente publicado en el portal del Philosophical Transactions of The Royal Society, el profesor Carl ten Cate, de la Universidad de Leiden (Países Bajos), recuperó una grabación de un pato llamado Ripper que, durante la década de 1980, aprendió a decir diversas palabras imitando a los cuidadores que lo alimentaban en la Reserva Natural de Tidbindilla, en Canberra, Australia.
En las grabaciones recuperadas por los investigadores, se puede apreciar con claridad que el pato dice en repetidas ocasiones “Pobre idiota” (You bloody fool”, en inglés) y se cree que aprendió a decir estas palabras de sus cuidadores, además, señalan que también aprendió a decir "comida" (Food) y que también es capaz de imitar el sonido de un portazo.
Tras las investigaciones, el estudio concluyó que este comportamiento de los patos está asociado directamente con sus vocalizaciones reproductivas, por lo que se demostró que estas aves son capaces de almacenar en su cerebro un amplio registro vocal a través de la repetición constante, por lo que compararon este comportamiento con el aprendizaje en niños.
Otros casos de patos parlanchines
Según la investigación presentada por Carel ten Cate y Peter Fullagar, señalan que el caso de Ripper no es el primero del que existe registro pues han detectado este comportamiento en otros dos casos anteriores, sin embargo, mencionan que no pudieron recuperar las investigaciones previas debido a que los incendios forestales en Australia acabaron con la evidencia de estos patos parlanchines, sin embargo, aseguraron que este comportamiento solo lo desarrollan los patos en cautiverio, debido a su constante interacción con los humanos y otras factores propios del encierro que son monótonos.
Evolución independiente
Una de las conclusiones más relevantes a las que llegaron los etólogos en su investigación es que señalaron que el caso de Ripper y los otros dos patos almizcleros de Australia significarían casos de desarrollo evolutivo independiente pues dejaron de lado su “naturaleza salvaje” para desarrollar complejos mecanismos neuronales y conductuales que les permitieron adaptarse a sus condiciones de vida en cautiverio a través del aprendizaje vocal.
Cabe mencionar que no es muy común que los patos desarrollen la capacidad de articular palabras, sin embargo, se dio a conocer que existe la posibilidad que hayan desarrollado esta habilidad gracias a un ancestro común que les permitió la capacidad de desarrollar la zona del cerebro conocida como telencéfalo, la cual es responsable del aprendizaje vocal en diversas aves cantoras, así como en loros y otras aves que sí se caracterizan por su capacidad de imitar palabras.
Con información de medios.