El fotógrafo español Javier Aznar González de Rueda logró captar el momento en el que una cucaracha bebe de las lágrimas de una lagartija. La imagen ha dado la vuelta al mundo y ha impactado a los usuarios de redes sociales.
En artista, colaborador de National Geographic, se encontraba en el Amazonía ecuatoriana cuando vio a una anolis delgado (Anolis fuscoauratus), una especie de pequeña lagartija. Al acercarse al animal se dio cuenta que arriba de él había una cucaracha rojiza en su lagrimal.
El insecto estaba ingiriendo las lágrimas del anolis, una práctica que se conoce como lacrifagia y que, en general, es un comportamiento que está asociado a polillas o mariposas, quienes hacen esta acción para conseguir nutrientes a través de las secreciones de tortugas, cocodrilos, lagartos o aves.
Esta fotografía llegó hasta el científico Matthijs P. van den Burg, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC), quien comenzó un estudio sobre el comportamiento de la cucaracha, con el objetivo de observar si realmente se repetía con otros congéneres, un grupo de insectos muy abundante y común: pertenecientes a los blatodeos, se conocen más de 4 mil 500 especies de cucarachas de 500 géneros.
De acuerdo a la revista 'Neotropical Biodiversity', las cucarachas podrían tener una dieta más amplia de lo que se creía hasta ahora. "Estos insectos visitan a sus depredadores por la noche para encontrar esas fuentes de alimentación, lo que podría desencadenarse debido a la alta competencia en las selvas tropicales", explicó a SINC van den Burg.
Según los expertos, este comportamiento podría acarrear un efecto colateral negativo para los reptiles, pues los insectos podrían transferirles virus o bacterias mientras las cucarachas se alimentan de las lágrimas de estas criaturas.