La pandemia de COVID-19 avanza con nuevas variantes y, al mismo tiempo, con fases de vacunación adaptadas a la situación regional de cada nación. Con este hecho imperando en todo el mundo, otra realidad se cierne sobre millones de personas que trabajan como profesionistas para algún empleo donde, actual o próximamente, deban reintegrarse a su sitio de trabajo.
Con la oficina a la vista y la enésima cuarentena quedándose atrás, la salud mental y emocional de los profesionistas puede estar en entredicho a causa de la misma pandemia y su adaptación forzada.
Como un dato relevante, cabe decir que el impacto psicológico de la cuarentena en los empleados puede durar hasta 3 años después de finalizado el aislamiento. Con este punto de partida ¿Será igual la vuelta al trabajo presencial?
Depresión, ansiedad y más al volver
La ansiedad, la depresión y el estrés, desencadenado por la pandemia, son algunos de los factores que más han impactado en la productividad laboral durante la estadía laboral en casa. Ante este panorama, se espera que cerca de un 60% de los trabajadores en nuestro país mantengan un sistema de trabajo híbrido.
No es menor el dato, puesto que se cree que el impacto psicológico que la cuarentena puede dejar en los empleados, terminado el confinamiento, puede durar hasta 3 años. La ansiedad, la depresión y el estrés, desencadenados en esta etapa, son de los factores que más han impactado en la productividad laboral.
Profesionistas prefieren quedarse en casa
Según datos de la consultora PwC, tres de cada 10 trabajadores admiten que preferirían continuar laborando desde sus hogares. Mientras tanto, el Reporte de Tendencias del Entorno Laboral de Kelly Services México, estimó que, al menos este año, un 30% de los y las trabajadoras en el país retornarán a laborar en sus centros de trabajo, y un 57%, mantendrá esquemas laborales híbridos.
Ante este panorama, Alba Leal, Cofundadora de Evolución Comunica Bienestar, considera que el regreso al esquema laboral presencial, el impacto que tuvo la pandemia en los trabajadores, así como el estado de ánimo de los colaboradores derivado de la ansiedad, estrés y depresión sufridos, son algunos de los nuevos retos que las empresas mexicanas tendrán que afrontar en este nuevo panorama laboral.
Con esto, los empleadores prevén que el ausentismo y tener empleados presentes físicamente pero con baja productividad, será un problema recurrente, lo que puede acarrear:
- Poca comunicación entre los empleados.
- Pérdida de asertividad.
- Incapacidad para convivir con el resto del personal.
- Fácil de irritarse o no estar cómodo.
¿Cómo enfrentar estos retos?
Se debe reconocer que los colaboradores tienen necesidades personales, incluyendo las emocionales que, aunque sean invisibles, impactan directamente su productividad y estado de ánimo.
Entre las soluciones más inmediatas están:
- Creación de programas internos de prevención y mitigación de estrés laboral.
- Informar a los empleados sobre las posibles alteraciones a la salud.
- Facilitar la información, la educación y el diálogo sobre la salud emocional.
- Adoptar herramientas interactivas y que promuevan un entorno laboral favorable y productivos.
Conversar sobre las emociones, es vital
Para finalizar, es importante que tanto empleados como empleadores, asuman un rol de constante comunicación y colaboración asertiva en torno a qué requiere el profesionista para readaptarse al entorno laboral presencial y/o híbrido.
Al normalizar la conversación sobre las emociones y la salud mental, se identifican los retos particulares que existen en la empresa y se pueden tomar acciones específicas para promover una cultura donde la gente pueda sentirse a gusto y dar lo mejor de sí.
Es importante que las personas conozcan y entiendan cómo funcionan sus emociones, las reacciones físicas que dan como consecuencia de estados de tensión y, sobre todo, que aprendan, de forma constante y paulatina, técnicas para controlar el estrés, e identificar situaciones más complejas como la ansiedad, la depresión o el pánico.