En en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco contestó una llamada telefónica durante una audiencia general ocurrida el pasado miércoles 11 de agosto, lo cual, dejó sorprendidos a los feligreses que asistieron el evento.
El máximo pontífice estaba dando su bendición apostólica al final de una audiencia, cuando de pronto, uno de sus asistentes se acercó a él y después de cruzar unas palabras, el Papa recibió un celular desde el cual atendió la llamada, esto de acuerdo con los reportes recabados.
Contesta la llamada y se va
De acuerdo con algunos testigos, el Papa Francisco habló por cerca de los dos minutos para luego indicarle a los fieles por medio de señas que volvería pronto y así poder abandonar la sala por unos instantes.
Poco después, el máximo jerarca de la Iglesia católica volvió a saludar y continuar bendiciendo a los presentes. Hasta el momento, las autoridades eclesiásticas, no han hecho comentario alguno sobre este insólito acto que rompe totalmente con los protocolos de la iglesia o motivo por el que interrumpió la ceremonia
También te puede interesar: Papa Francisco: Aprendemos a parar, a apagar el teléfono, a contemplar la naturaleza
¿De quién era la llamada?
Según los informes recabados, en la pantalla del celular, se leía el nombre de monseñor Edgar Peña Parra, quien es el sustituto a la Secretaría de Estado del Vaticano de quien corresponde la urgente llamada.
Además, luego de dar su bendición, el máximo representante de la iglesia católica suele mezclarse con la gente y saludar a algunas personas con afecto; sin embargo, esta vez rompió con la rutina y cambió bruscamente de dirección mientras hablaba con otro de sus asistentes y en lugar de descender los escalones del Aula para saludar a los fieles, se dirigió hacia una puerta de salida que hay detrás del escenario que estaba cerrada.
Cabe recalcar que hace casi un mes, el mismo Papa Francisco invitó a apagar el teléfono celular y hasta detener la carrera frenética que lleva la agenda de los fieles seguidores;
“Cuidémonos, hermanos y hermanas, de la eficacia, detengamos la carrera frenética que dicta nuestras agendas. Aprendemos a parar, a apagar el teléfono móvil, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en diálogo con Dios”, dijo el Santo Padre.
Con información de medios