Vikingos a lo largo de sus seis temporadas fue una serie que nos mostró el potencial, empoderamiento y fuerza que tienen las mujeres, dejando en claro que eso del “sexo débil” no se conocía en aquella época.
Aunque el personaje de Lagertha es el símbolo de fuerza, perseverancia y empoderamiento femenino dentro de la serie, que está entre las múltiples opciones de la plataforma de streaming Netflix, existen otros personajes que llaman mucho la atención tanto por su coraje en batalla como su belleza.
Te podría interesar
Entre las mujeres dentro de la serie, destaca la segunda esposa de Bjorn, brazo de hierro, la cual es Gunnhild quien fue interpretada por Ragga Ragnars, una actriz de Islandia, quien da un toque muy acorde a las mujeres de aquella época pues destaca por sus rasgos nórdicos.
Aunque ella y Bjorn se conocieron cuando fueron prisioneros de los sajones, pronto desarrollaron un amor muy profundos, siendo ella quien apoyara al hijo en el asedio de Kattegat y quien mandó a erigir un monumento cuando este falleció.
Sobre Ragga Ragnars
Aunque su papel en la serie fue trascendental para la trama, la actriz Ragga Ragnars también tiene otras cualidades que la caracterizan y la hacen ser única y que se desarrollaron mucho antes de entrar en la serie.
El nombre completo es Ragnheiður Ragnarsdóttir, que nació el 24 de octubre de 1984, teniendo en la actualidad 36 años de edad, y antes de estudiar actuación era una mujer muy destacada en la natación.
Fue a los 19 años cuando incursionó por primera vez en dicho deporte acuático e incluso llegó a participar en los Juego Olímpicos de 2004, en Atenas, además tenía el récord islandés en nado libre largo y corto.
En sus redes sociales, se le ve constantemente junto al mar o en una piscina, dejando entrever que aún tiene el gusto por el mar y puede ser que por esa razón, en el último capítulo en que ella apreció, se le viera nadando desde la bahía de Kattegat hasta perderse en el mar abierto.
Incluso en su más reciente publicación se le ve con una sexy bañador y saltando de un barco al mar, dejando en claro que lo que bien se aprende nunca se olvida, y su gusto por la natación siempre estará presente.
Por: Hanzel Forteza