De acuerdo con un estudio realizado por IMS Latam Mobile Report, los mexicanos utilizamos el teléfono 10.1 horas en promedio durante el día, siendo uno de los países que más utiliza los dispositivos móviles en el mundo. En promedio una persona pasa poco más de 76,500 horas en el teléfono a lo largo de su vida, lo que equivale a 8.74 años de acuerdo con el estudio realizado por Whistle Out.
Albert Einstein decía que “el espíritu humano debe prevalecer sobre la tecnología”, uno de los grandes genios, nos dio una clave fundamental para no perder de vista nuestra vida, nos la da tiempo antes de que las redes sociales aparecieran.
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Las redes sociales son la causa principal de nuestra adicción, muchas veces nos quejamos sobre la falta de tiempo para estar con nuestra familia, amigos, para ejercitarnos, para tener momentos de relajación, las excusas que más ponemos son que la carga de trabajo de la escuela es excesiva, que nuestro trabajo nos consumen, seguramente abarcan una gran parte de nuestro tiempo, pero ¿de verdad esas son las razones principales para dejar de lado nuestros objetivos?
La misión de Facebook, por ejemplo, es dar a la gente el poder de crear comunidades y unir más al mundo, pero es contradictorio que nos acerquemos más a personas que están a kilómetros de distancia y nos alejemos de personas que están a nuestro lado.
Dedicamos tiempo a contenido que no nos aportan nada y nosotros le damos todo, mantenemos nuestra atención en quejarnos sobre lo que pasa en el mundo, pero, ¿qué hacemos para cambiarlo? Tenemos la idea que para cambiar al mundo se necesita un número importante de seguidores cuando lo único que se necesita es voluntad y poner ejemplo, tal como lo dice Mahatma Gandhi “si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”
Dejemos el celular un momento, aprovechemos las 76,500 horas que pasaríamos en él para mejorar día a día, para luchar por nuestros sueños, para aprender algo nuevo, para divertirnos con la gente que nos rodea, para ser mejores personas y dejar una mejor sociedad. No nos convirtamos en influencers vacíos y seamos personas influyentes con buena forma y gran fondo.
Apaguemos los teléfonos, encendamos nuestro corazón.
mgm