En el corazón de Alemania se ubicó el campo de concentración de Buchenwald, en Weimar, una instalación nazi inhóspita que fue habitada por prisioneros de más de 30 nacionalidades distintas, incluidos dos jóvenes que, al llegar en 1944, dijeron ser mexicanos; sin embargo, solo uno de ellos lo era.
José Luis Salazar, un experto en armas, fue capturado por elementos del ejército Nazi y trasladado a Buchenwald, en donde aseguró que era mexicano, aunque de nada le sirvió, pues de igual forma quedó prisionero. Le entregaron un uniforme a rayas blancas y negras, pero, a diferencia de los que usaban los judíos, tenía bordada una "M". Tiempo después llegó otro prisionero, quien se hacía llamar Juan Rodrigo del Fierro, estudiante en electrónica, pero también afirmó que provenía de México. Algo que despertó las sospechas por parte de los alemanes.
Te podría interesar
A pesar de que parece una historia fantástica y de aquellas que se podrían ver sólo en las películas de Hollywood, el periodista y escritor Julio Godínez llevó a cabo una exhaustiva investigación de cuatro años para rastrear estos dos nombres, así como su relevancia dentro del campo de concentración de Buchenwald.
Pero, ¿cómo fue que surgió esta historia? ¿Por qué estuvo tanto tiempo "oculta"? De acuerdo con declaraciones del mismo Julio Godínez, él vivía en Europa cuando se publicó en una revista el reportaje sobre "Mexicanos en los campos de concentración", por lo que empezó a indagar en los archivos del Servicio de Investigación Internacional, en donde aparecían varios supuestos mexicanos que estuvieron presos en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Godínez vivió varios años en Bélgica, en donde tuvo oportunidad de hacer trabajos periodísticos para distintos medios, tanto mexicanos como europeos, por lo que aprovechó sus constantes viajes para seguir la línea de la investigación.
"El mexicano de Buchenwald", novela publicada por Editorial Planeta, fue el resultado de las indagatorias por parte de Julio Godínez, en cuyas páginas plasmó una increíble historia verídica aderezada con un poco de ficción, en la que deja este testimonio de valor en el que los protagonistas son José Luis Salazar y Juan Rodrigo Fierro, quienes se sumaron a un grupo de la Resistencia Internacional, el cual realmente existió y fue formado clandestinamente en el interior del campo de concentración, con el objetivo de sabotear los esfuerzos bélicos nazis y tomar ellos mismos las instalaciones antes de que se ordenara una masacre masiva.