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Qué piensan los japoneses sobre los mexicanos y América Latina

Ante el inicio de los Juegos Olímpicos en Japón nos dimos a la tarea de investigar un poco sobre cómo nos ven en el Lejano Oriente

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El pueblo japones es ejemplo a nivel mundial Foto: Instagram

Los mitos o verdades que se construyen con el paso del tiempo respecto a las similitudes o diferencias que existen entre los pueblos que habitan en todo el mundo es tema de conversación ahora que llegaron de nueva cuenta los Juegos Olímpicos para darnos un respiro en medio de la pandemia por Covid-19.

De los japoneses se dicen muchas cosas, la mayoría de ellas favorables, sin embargo, es un hecho que no a todos les encantan sus gustos por la carne de ballena por ejemplo, mientras que en el caso de los latinoamericanos y específicamente de los mexicanos, la falta de compromiso y el desorden, son una constante a pesar de que tener mucho talento y vivir con la fiesta en la sangre son de las virtudes que se reconocen.

Los japoneses son distintos en muchos aspectos positivos, tienen una educación y una mentalidad que hace la diferencia cuando nos los encontramos en las calles, en el extranjero o cuando acuden a una justa deportiva ya sea mundiales de alguna especialidad, juegos olímpicos o encuentros de futbol.  

Una de las grandes diferencias entre Japón y los latinoamericanos es la disciplina que existe, para ellos la disciplina y el orden, tarde que temprano los hará más inteligentes. En ese sentido, los japoneses consideran que los latinoamericanos son inteligentes, pero les hace falta disciplina, lo que a la larga genera más problemas que beneficios.

Otro aspecto importante es la lectura que hacen sobre el uso del dinero, mientras para la cultura japonesa contar con dinero sirve para hacer crecer su patrimonio o algún negocio que tengan a la mano, para los mexicanos significa el derroche, gastarlo (a veces más de lo que se tiene) aunque después se deba hasta la camisa.

Cuando se trata de dar una opinión los mexicanos nos pintamos solos para darle vueltas y vueltas a un tema, algo que no les parece adecuado para los japoneses, ellos están acostumbrados a ir directo al grano y no ‘cantinflear’  para ofrecer un punto de vista o justificarse por algo mal hecho.

No reparten culpas, jamás verás a un japonés echarle la culpa al de junto o hacerse el ‘occiso’ cuando de un error se trata, acepta su error, lo corrige y es muy poco probable que vuelva a ocurrir (siempre y cuando esté en sus manos la solución), en cambio, desgraciadamente para los mexicanos y latinos esto no sucede así, la mentalidad de “mientras no me digan nada, yo no soy culpable” es algo nada agradable, pero que existe.

Otra de las cosas que hacen diferencia es la educación con la que cuentan y que los hace sentirse bien y a gusto con su cuerpo, su cultura y sobre todo su autoestima, no necesitan ‘farolear’ para sentirse seguros, no necesitan probar cosas, en cambio, en Latinoamérica se nos da eso de querer demostrar nuestra valía a pesar de que no lo necesitemos.

¿Los latinoamericanos somos sucios?

En teoría no, los pueblos latinoamericanos estamos acostumbrados a la limpieza personal y de manera muy frecuente llevamos a cabo el proceso de higiene, pero eso no se traslada a las calles, en el espacio público son muchos los sitios que se ven sucios y que jamás verás en una ciudad japonesa.

Los japoneses son pulcros y si hay algo que no les agrada de nuestros pueblos, es esa capacidad para ensuciar las calles y no tener el mínimo decoro para levantar la basura que generamos, solo recordemos las imágenes en distintos estadios del mundo, mientras unos ensucian con todo lo que se les ocurre, a los nipones los verás recogiendo la basura y dejando el sitio en el que estuvieron completamente limpio.

La educación como decíamos, es fundamental, los japoneses desde que son pequeños se les educa para ayudar a sus compañeros, mantener su espacio limpio, ayudar en las labores de la casa, trabajar en equipo. En tanto, no es ningún secreto que a los mexicanos y latinos en general, nos cuesta mucho trabajo cuando de equipo se trata, no estamos acostumbrados a hacer labores de limpieza porque parece que es algo denigrante y eso no debería ser así.

¿Todo es tan malo y Japón es excelente?

No, definitivamente no, existen muchas cosas que los japoneses admiran de los pueblos latinoamericanos, el talento que tienen es innato, no por nada los artistas latinos son reconocidos en aquel país y suelen ser muy bien tratados.

Otra cosa que ya habíamos mencionado es nuestra capacidad de vivir la vida de una manera menos complicada y sin tanto ‘orden’ lo que nos permite tiempo para la fiesta y disfrutar de los pequeños placeres que tenemos en nuestros países, ya sea la música, el futbol, el cine o sin lugar a dudas la comida (en Japón jamás comerás como en México o Perú, por ejemplo).

Y algo muy importante, Japón es el claro ejemplo de una sociedad  en la que la primacía de lo público sobre lo privado es fundamental, el estrés en el trabajo por la autoexigencia impuesta de querer producir y mejorar aún en contra de la propia salud es una realidad, no por nada la nación asiática es líder en suicidios, tanto en el trabajo como en la escuela.

Además de que es una sociedad muy ‘fría’ en la que las relaciones personales son casi nulas, una pirámide poblacional muy desigual con una alta presencia de adultos mayores generan problemas que desde luego son tema de estudio y de preocupación para su gobierno.