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Cinco volcanes en México para amantes de la aventura

Naturaleza, aventura y deporte: presentamos una guía para explorar cinco de los volcanes más arrebatadores en nuestro país… y poner a prueba nuestras capacidades físicas y de asombro

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Un alpinista se toma un momento para admirar el volcán vecino, Popocatépetl, durante un ascenso en el Iztaccíhuatl. Foto: SHUTTERSTOCKCréditos: SHUTTERSTOCK

Los volcanes de nuestro país forman parte del Anillo de Fuego del Pacífico y son el resultado de la actividad tectónica de la placa continental de América del Norte y las placas oceánicas del Pacífico y la de Cocos, que se subducen bajo ella.

Para visitarlos, los viajeros se deberán preparar arduamente; subir un volcán puede ser desafiante y peligroso. Recuerda siempre hacer la excursión en compañía de guías certificados, con experiencia en primeros auxilios y gran conocimiento de la montaña.

Pico de Orizaba

Predilecta entre los senderistas más avanzados –y los ciclistas que acostumbran descender sus laderas a toda velocidad–, la montaña más alta de todo el país se eleva cinco mil 610 metros sobre el nivel del mar, en la frontera entre Puebla y Veracruz. Las excursiones hasta la cima nevada exigen técnicas de hiking y alpinismo.

La aventura comienza en la comunidad de Tlachichuca, en el extremo oriental del estado de Puebla y a poco más de 200 kilómetros de la Ciudad de México; y, si la energía después de la hazaña lo permite, el viaje puede ser una oportunidad para visitar las ciudades de Córdoba y Orizaba, en Veracruz.

Los inigualables colores del amanecer resplandecen sobre el Pico de Orizaba, la cumbre más alta de México y, sin duda, una de sus más desafiantes. Foto: SHUTTERSTOCK

La Malinche

Con un pie en Tlaxcala y el otro en Puebla, La Malinche, que presume una altura de cuatro mil 461 metros sobre el nivel del mar, es un volcán sísmicamente activo que, en los días más claros, regala vistas inolvidables de las montañas colosales que le rodean.

Ideal para visitar en familia, gracias a los senderos de dificultad baja y media que atraviesan la parte baja de la montaña, la quinta cumbre más alta de México también cuenta con un sistema de caminos firmes y salpicados de obstáculos que la han convertido en uno de los destinos más populares para practicar ciclismo de montaña en el centro del país. 

Paricutín

Con menos de 80 años de edad, el joven Paricutín, situado en el corazón de Michoacán, protagonizó el episodio geológico más dramático del México moderno cuando, el 21 de febrero de 1943, el nacimiento del volcán sepultó los pueblos de Paricutín y San Juan Parangaricutiro.

Hoy, es posible visitar el macizo, ubicado a unos 50 kilómetros en auto desde Uruapan, y recorrer sus alrededores cubiertos de piedra volcánica negra, ya sea a caballo o a pie, y subir los dos mil 800 metros de altura hasta el cráter.

Formado en 1943, el Paricutín, Michoacán, es uno de los volcanes más jóvenes en el planeta. Foto: SHUTTERSTOCK

Iztaccíhuatl

Para conquistar el legendario Iztaccíhuatl –un recorrido de dificultad media a alta que, con cinco mil 230 metros sobre el nivel del mar, es la tercera cumbre más alta de México–, lo mejor es acampar cerca de La Joya y emprender el ascenso en la madrugada, cuando la parte baja de los senderos aún no se llena de familias y mascotas que han venido a pasar el fin de semana, y recibir el amanecer, con los arrebatadores colores que refleja en la roca, durante el camino.

Su cercanía con las ciudades de México y Puebla lo ha convertido en uno de los volcanes más visitados, sin embargo, para procurar llegar a la cima, es fundamental ir acompañado de un guía que domine la montaña y que, incluso, nos ofrezca tips de seguridad antes de partir.

Para acampar o dormir en el albergue de Altzomoni, es necesario registrarse y pagar una cuota en la oficina del Paso de Cortés.

Nevado de Colima

En sus 9.5 kilómetros cuadrados, el Parque Nacional Nevado de Colima, en el extremo norte del estado, alberga, también, al Volcán de Fuego, que aún permanece activo. El ascenso, que toma alrededor de dos horas,  incluye paisajes boscosos y un segundo tramo, de roca y arena, más desafiante.

Es posible acampar en el parque para iniciar la excursión durante las primeras horas de la mañana, pero las ciudades ideales para hacer base antes y después de la aventura, son Ciudad Guzmán, la más cercana a los volcanes, además de Colima, Comala y Guadalajara, esta última a dos horas en auto. Recomendamos organizar la visita con un guía desde antes de comenzar el viaje, para evitar contratiempos.

Los bosques del Parque Nacional Nevado de Colima son casa de zorros de cola blanca, coatíes, coyotes, pumas y jaguares. Foto: SHUTTERSTOCK

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