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La Cueva del Diablo: Así es el sitio más aterrador del estado de Oaxaca

Diversas historias terroríficas giran alrededor de esta formación natural ubicada cerca de la zona arqueológica de Mitla

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Esta misteriosa cueva se ubica cerca del pueblo de MItla. Foto: INAH

“La Cueva del Diablo” es una cavidad subterránea que ubica a escasos cuatro kilómetros de San Pablo Villa de Mitla, en el estado de Oaxaca y pese a que no es un sitio turístico bien establecido ha ganado popularidad entre los visitantes debido a que ostenta el título de ser uno de los sitios más misteriosos de todo el estado pues a su alrededor gira una amplia variedad de historias.

Esta formación geológica se formó entre las montañas de cantera que delimitan el valle de Mitla y se cree que durante tiempos prehispánicos era utilizada como un campamento por su ubicación estratégica, tiene una profundidad de aproximadamente 20 metros y parte del misticismo de este lugar también está relacionado con “La mujer dormida”, un bloque de piedra ubicado al sur de la cueva que, hasta la actualidad, sigue siendo utilizado para diferentes rituales.  

En una de las primeras expediciones en la cueva, la antropóloga estadounidense Elsie Clews Parsons, descubrió una gran cantidad de vasijas miniaturas, las cuales, se relacionaron con rituales y ceremonias ofrecidas al diablo, sin embargo, estas versiones solo eran divulgadas entre los nativos de la zona.

En 1965, en otra expedición realizada por el arqueólogo, Kent V. Flannery reportó que al interior de la cueva había diversas ofrendas, las cuales posiblemente estuvieron relacionadas con deidades del agua, sin embargo, entre los pobladores de la región se dice que estas ofrendas son entregadas al diablo, para que les conceda riquezas a quienes lo veneran.

Otros rituales

Como se mencionó antes, la piedra de “La mujer dormida” es muy importante para los rituales en esta zona pues la leyenda de esta roca dice que “la mujer dormida” era estéril por lo que siempre tuvo el deseo de ser madre y al no conseguirlo se convirtió en piedra, no obstante, su deseo de tener un hijo es tan grande que aun siendo piedra conservó el instinto de protección, por lo que se dice que este lugar es terapéutico y sagrado por lo que en este sitio se practican todo tipo de rituales de sanación.

En la zona es habitual encontrar copal, carrizo, huevos crudos, albahaca, mezcal, agua, té, alcohol para limpias, frijol molido, y una gran cantidad de objetos empleados en estos rituales efectuados por curanderos.

El diablo se alimenta de bebés

Una de las leyendas más conocidas y aterradoras que gira en torno a “La cueva del Diablo” dice que en los pueblos aledaños a la montaña donde se encuentra la cueva comenzaron a desaparecer los bebés sin ninguna razón, pues se menciona que las mamás eran dormidas y al despertar sus hijos ya no estaban.

Se dice que una mujer, le amarró el extremó de un cordón a su bebé y el otro se lo amarró a su cuerpo para que sintiera cuando se quisieran llevar a su bebé y tal como había pasado en con otras mujeres, fue dormida por alguna extraña fuerza y al despertar no estaba su bebé, por lo que en compañía de pobladores del pueblo siguieron el cordón, el cual los llevó hasta la cueva y al llegar descubrieron el encargado de las desapariciones de los bebés era el diablo pues se alimentaba de los menores.

Al descubrir la aterradora escena, se dice que el lugar fue bendecido para evitar que siguieran las desapariciones de los bebés, sin embargo, algunas personas aseguran que el diablo aún se esconde en la cueva.

Con información de Mediateca INAH