Leicester es una de las ciudades más antiguas de Inglaterra, la más poblada de la región y la undécima de dicho país. A pesar de ser una zona tranquila para gran parte de los habitantes, parece que la paz de uno de ellos fue perturbada por una situación peculiar. Esto sucedió en la calle Guilford Road, una de las avenidas más importantes de la zona ubicada en el barrio Stoneygate. Debido a las características del barrio, las propiedades en esta región suelen ser amplias, pero también muy costosas.
Las casas en este lugar pueden superar las 540 mil libras esterlinas, lo que equivale a poco menos de 15 millones de pesos mexicanos. Sin embargo, uno de los inmuebles localizados en esta calle rompe con la estética. Lo que antes fue una hermosa casa con un valor de 470 mil libras esterlinas quedó reducida a escombros debido a un conflicto entre el propietario y el albañil contratado para realizar un trabajo que no salió como se esperaba.
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¿Qué ocurrió?
Cuando la vivienda fue adquirida, a pesar de estar en buenas condiciones, todavía necesitaba una serie de reparaciones para las que se contrató a una persona especializada en el tema. Según el testimonio del propietario, cuyo nombre no fue difundido, hubo una serie de disputas entre ambos hombres por motivos económicos. La historia fue retomada por el Leicestershire Live, medio que compartió las imágenes del jardín repleto de piedras.
La construcción comenzó en febrero, cuando se le solicitó al albañil que realizara un trabajo que consistía en una ampliación de dos plantas, un techo nuevo y sustentable para los seis miembros que conformaban la familia en cuestión. Se estableció un presupuesto inicial para este fin y todo comenzó a marchar de acuerdo al plan. Sin embargo, de acuerdo con el propio dueño, eligió al "peor constructor" para este objetivo.
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La peor venganza
De acuerdo con el testimonio del dueño, unos meses después de que inició la construcción pactada, el constructor le solicitó un monto extra por tres mil 500 libras que requería para "trabajos adicionales". Debido a que el propietario ya había dado la cantidad suficiente para los trabajos solicitados, este monto le pareció un tanto exagerado, por lo que evaluó la situación y se negó a pagar la cifra solicitada.
Como venganza, el albañil decidió deshacer el trabajo que había hecho mientras la familia se encontraba de vacaciones, por lo que derrumbó gran parte de la casa. Por su parte, el dueño decidió comunicarse con la policía e informarle de lo sucedido, pero las autoridades locales le aclararon que no se trataba de un crimen, sino de una disputa y no se logró proceder de manera legal. Sin embargo, el propietario dijo que hablaría al respecto con el Ayuntamiento de Leicester para resolver el problema y evitar la molestia por parte de sus vecinos.