ECLIPSE SOLAR

11 de Julio de 1991: se cumplen 30 años del eclipse que oscureció a México | VIDEOS

La mañana del jueves 11 de Julio,de 1991, millones de mexicanos experimentaron la sensación de la oscuridad absoluta a mediodía

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Eclipse total de sol del año 2017 Foto: Pixabay

Las crónicas periodísticas del 12 de julio de 1991 nos muestran que el espectáculo vivido durante el día anterior, no tienen precedente alguno en la historia de México en siglos.

Aquel jueves 11 de julio de 1991 el país vivió un eclipse solar total, con un cielo totalmente despejado y a la vista de millones de personas alrededor del mundo, un fenómeno natural que muy pocos en el orbe han vuelto a experimentar, la “desaparición” del sol detrás de la luna es una de las experiencias que han marcado a varias generaciones de mexicanos y este 2021 se cumplen 30 años de aquel suceso.

Al menos 20 estados de la República Mexicana recibieron la noticia meses e incluso años antes, que contarían con la oportunidad de vivir un fenómeno natural casi imposible de ver en la existencia de un ser humano (a menos claro, que contaras con los medios para viajar y verlo en otras latitudes), desde luego que la noticia causó expectación por la posibilidad de ver un fenómeno astronómico en México y en primera fila.

México se encontraba entre los “privilegiados” que verían en vivo y a todo color el oscurecimiento del cielo en una franja de unos 2 mil kilómetros de longitud, un eclipse total de sol marcaría ese año y el final del Siglo XX, por el número de espectadores el fenómeno se catalogó como el evento del siglo (un cálculo del periódico El Universal, daba un número cercano a los 800 millones de espectadores en todo el mundo).

¿Qué es un eclipse?

El eclipse solar total sucede cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean de tal forma que esta última bloquea la luz solar por completo.

De tal manera que durante segundos o incluso minutos, el cielo se vuelve tan oscuro que parece de noche e incluso desciende la temperatura, en 1991 se reportó que en zonas como Baja California Sur en pleno desierto, la temperatura bajó de 31 grados a seis y en otros lados incluso se registraron temperaturas bajo cero.

En palabras de la NASA, "los eclipses solares totales son solo posibles en la Tierra debido a una coincidencia celestial".

Además del evento total existen otros dos tipos, uno de ellos es el eclipse anular y ocurre cuando la Luna está más alejada de la Tierra y está "más pequeña", no alcanza a tapar por completo a la superficie del Sol.

Entonces, se genera un anillo de Sol en torno a la Luna, evento que se denomina eclipse solar anular.

De forma análoga a lo que sucede durante un eclipse solar total, durante este fenómeno se genera una "franja de anularidad" en la cual el eclipse se ve como anillo, en el relato del evento de 1991, el experto que lo narraba en Televisa lo catalogó como un “anillo de diamantes”, el momento más impresionante de cualquier eclipse total.

Según la NASA, estos eclipses suelen ser los más largos, ya que el anillo puede incluso vislumbrarse por más de 10 minutos, aunque en general no duran más de cinco o seis, en México duró alrededor de seis minutos.

Eclipses híbridos

Es un fenómeno que se da "cuando la Luna está justo a la distancia donde sería capaz de cubrir al Sol por completo, pero, a medida que avanza, se aleja ligeramente de la Tierra y deja de eclipsar al Sol transformándose en un eclipse anular".

En el caso de los eclipses de Luna, estos suceden  cuando la Tierra es la que se interpone en el camino de la luz del Sol hacia la Luna.

En otras palabras, durante un eclipse lunar, lo que se ve es la sombra de la Tierra proyectada sobre su satélite natural.

Mitos y realidades en aquel 1991

El eclipse de 1991 representó para México un evento envidiable, el gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari, apostó a promover el evento como un motor para detonar la economía a través del turismo, la prestación de servicios y para incentivar la participación de la comunidad científica, llegaron miles de investigadores de todas partes del mundo y el mandatario mandó un poderoso mensaje, asistiendo al Laboratorio de Energía Solar del Instituto de investigaciones de Materiales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), acompañado por su entonces esposa, la señora Cecilia Occelli de Salinas y el rector de la UNAM, José Sarukhán.

Como decíamos, el gobierno mexicano tuvo especial interés en promover el evento astronómico y no escatimó en recursos para divulgarlo, además de generar cientos de contenidos a través de medios de comunicación, impresos, en vallas publicitarias y en todas las dependencias de gobierno, especialmente en la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde esa dependencia se enviaron materiales e instrucciones para ‘capacitar’ a niños y jóvenes en la creación de sus propios ‘visores’ para no ver el eclipse de manera directa e incentivando a la población a hacer lo mismo y adquirir lentes o artefactos autorizados por la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) con proveedores autorizados.

La peligrosidad radica (hasta la fecha) en que la radiación ultravioleta del sol puede dañar la retina de los ojos provocando daño permanente o incluso ocasionar ceguera.

El ‘visor’ no era otra cosa que una hoja o folder doblada con un orificio en medio en la que podías apreciar el momento en el que poco a poco el sol ‘caminaba’ sobre la hoja, hasta que quedaba totalmente cubierto con la sombra o bien utilizando dos hojas blancas, una en el piso y otra con el orificio que traías en la mano para ver el reflejo en la hoja que tenías en el suelo (sobra decir que a la gente poco le importó y ese día se observó a miles de personas viendo directamente el eclipse o en el reflejo de una cubeta con agua).  

Otro dato curioso es que el gobierno del Distrito Federal regaló miles de lentes de una marca llamada ‘Eclipsol’ que contaban con la certificación para poderlos usar para ver el fenómeno directamente, otros se conformaron con utilizar mascarillas de soldador o lentes gratuitos que se entregaban a los cinéfilos en las flamantes funciones de cine en 3-D.

El siguiente video nos muestra la manera en que se promovía la idea de no ver el fenómeno directamente, y claro, para aprovechar y vender productos relacionados con el eclipse.

El eclipse pudo observarse desde las 11:50 de la mañana en el extremo norte del país, comenzando en  Baja California Sur (el primer punto que tocó la sombra del eclipse en territorio continental de América), en el sitio conocido como Matanzas, pasando por Los Cabos, Tepic, Guadalajara, Aguascalientes, León, Morelia, Toluca, Puebla, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, una parte de Sinaloa, Querétaro, Chiapas en su franja sur y desde luego el Distrito Federal en donde se apreció en todo su esplendor alrededor de las 13:45 horas, ese día hasta el gobierno y la burocracia participaron activamente al decretar un paro laboral entre las 12:00 y hasta las 14:00 horas.

En lugares considerados místicos como Teotihuacán, Malinalco, Xochicalco, la Isla de Mexcaltitán, Monte Albán y centros de investigación como el Planetario Luis Enrique Erro en el norte de la ciudad de México o el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla en Puebla, la gente se arremolinó motivada por la oportunidad de ver algo histórico que quizá muchos no volverían a apreciar.

Por supuesto las leyendas urbanas no se hicieron esperar, pero tenían sentido, no existía todavía la difusión de información como la hay ahora, entre las recomendaciones y mitos (además de evitar ver el eclipse directamente) resaltaba poner un listón rojo en el ombligo de las mujeres embarazadas para evitar malformaciones en el feto, se pensaba también que se generarían malestares físicos como dolores de cabeza y entre los campesinos corría la versión de que el eclipse dañaría sus cosechas y afectaría a los animales.

Algo impresionante que ocurrió fue que los animales diurnos se fueron a dormir y los nocturnos salieron a realizar sus actividades, de repente el silencio se apoderó de las calles en pleno mediodía, los gallos comenzaron a cantar, los perros dejaron de ladrar y los pájaros se fueron a sus nidos, para quienes pudieron ver el espectáculo ese día, sabrán a que nos referimos y mientras tanto la luz artificial programada para prenderse a medida que oscurece en las calles de la ciudad comenzó a encenderse.

De acuerdo con los investigadores, el eclipse de México 1991 fue más visible gracias a que la corona solar registró más brillantez de la esperada y evitó que la oscuridad fuera total, sin embargo, el espectáculo fue increíble, tanto que literalmente eclipsó a otro fenómeno astronómico ocurrido cinco años antes, el paso del Cometa Halley que pudo ser visible en México en 1986, cometa que regresa a la Tierra cada 75 años y será visible en el año 2061.

Y no te preocupes, si tienes la duda sobre cuando podrás observar nuevamente un eclipse similar, sólo te restan tres años de espera para responder tus dudas. Escucha atentamente en el minuto 01:21:32 del video