MURALISTA MEXICANA

Mujeres artistas terminan mural en honor a María Izquierdo

Mujeres participaron en el mural pendiente de María Izquierdo

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MÉTODO. En cinco días, chicas de 15 a 27 años de edad alistaron el mural: alisaron y resanaron el muro, trazaron, pintaron y fondearon. Foto: EspecialCréditos: Especial

La  creatividad de la muralista mexicana María Izquierdo trascendió su propia vida y hoy, el mundo conoce una de las obras que nunca pudo trazar. Hace 76 años, la destacada pintora tuvo la encomienda de crear un fresco en una escalera del Palacio del Ayuntamiento del Distrito Federal; adquirió materiales, contrató ayudantes, alistó sus andamios y preparó sus bocetos, pero Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros externaron que ella no estaba capacitada para esa responsabilidad.

María respondió a las críticas con hechos: pintó ‘La Tragedia’ y ‘La Música’ (que hoy están en la Facultad de Derecho de la UNAM); llevó el caso a autoridades, el gremio cultural se manifestó a su favor, pero no le permitieron hacer la obra, la pared quedó vacía y sin pintar, Rivera, Siqueiros, con José Clemente Orozco crearon la Comisión de la Pintura Mural, con ellos como jueces, mientras a María le rescindieron el contrato.

En 2002, el Museo de Arte Moderno recuperó el archivo histórico de la artista y lo declaró Patrimonio Artístico Nacional; en 2005, lo adquirió el Instituto Nacional de Bellas Artes y poco a poco, el mural que nunca se creó, se hizo de voz al pasar de boca en boca, hasta llegar a Dea López, quien el 2 de marzo convocó en sus redes sociales a que en el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) las mujeres, pintoras o no, asistieran a crear el mural de María.

“Ser mujer  y empezar en el ámbito laboral es darte cuenta que serás víctima de machismos. Hicimos la convocatoria desde la pregunta: ‘¿Tú has estado en el lugar de María Izquierdo?’.

Me di cuenta que no soy solo yo, que es sistemático y a todas nos está pasando”, dijo la curadora independiente. La pieza se plasmó en la calle Aldama 222, de Jalatlaco, Oaxaca y lleva el nombre de ‘El mural que debió ser’; además de recreación (basada en los bocetos de Izquierdo) es una protesta ante la falta de apoyo que vivió la pintora y viven las mujeres en el arte y más rubros.

Sin ser especialistas en pintar al fresco, honraron su obra, con algunos ‘ajustes’: las mujeres visten textiles oaxaqueños y no están los hombres que Izquierdo sí contempló en el boceto. Pero la obra sigue con pulso. Ahora, las mujeres que apoyaron a pintar el mural de María Izquierdo buscan que artistas profesionales les ayuden a hacer la obra original en la pared donde debió estar desde 1946.

Por Katya López Cedillo

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