El estado de Guerrero ha hecho grandes aportes a la cultura mexicana en diversos campos como la gastronomía o el arte, sin embargo, hay un elemento que ocupa un lugar especial en esta categoría y el país entero agradece por su creación; la silla Acapulco. Si alguna vez te has sentado en una sabrás que es en extremo cómoda pero, alguna vez te has preguntado ¿Cuál es el origen de este emblemático mueble? A continuación te lo contamos.
De acuerdo con diversas versiones no oficiales esta emblemática silla se fabrica en Acapulco desde la década de los 50, cuando este maravilloso puerto tuvo su primera etapa de apogeo y es por ello que su popularidad se extendió por todo el país y el mundo.
No existe un registro oficial sobre quién fue el encargado de diseñar las Sillas Acapulco, sin embargo, los artesanos de guerrerenses de diversas partes del estado han replicado este diseño durante más de cinco décadas, incluso, han surgido variaciones en el diseño aunque aplicando la técnica de tejido característica de las sillas Acapulco.
Las sillas Acapulco tradicionales cuentan con un diseño sencillo pero con un alto grado ergonómico; su estructura en forma de pera está hecha de acero y se sostiene sobre tres postes; dos adelante y uno atrás. El tejido cubre prácticamente toda la estructura y se realiza con un hilo grueso de material plastificado.
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El tejido de estas sillas tiene una doble función, la primera es adaptarse al cuerpo de la persona que se siente sobre la silla y la segunda función de su tradicional tejido es permitir que el aire circule manteniendo una temperatura agradable en el cuerpo de sus ocupantes.
Las sillas Acapulco se convirtieron en un elemento emblemático del estado de Guerrero y son vendidas prácticamente en todo el territorio de ese estado, sin embargo, estos confortables muebles también pueden ser adquiridos a través de internet y sus precios rondan entre los 600 y 5 mil pesos mexicanos dependiendo el tamaño y la calidad de los materiales con que se fabriquen.
CBC