ROPA

El consumo responsable de estos años

Nuestra prioridad es el planeta. La industria textil, sobre todo en el consumo rápido de moda, ha creado un impacto ambiental sin precedentes. hagamos un cambio

TENDENCIAS

·
El consumo responsable de estos años. Foto: EspecialCréditos: Pexels

No es una corriente, es empezar a crear conciencia colectiva de cómo afecta al medio ambiente el consumo desmedido, sobre todo a la velocidad que surgen las tendencias de moda. La globalización y el intercambio comercial, además de la información tan rápida y accesible en los medios especializados, ha creado una preocupación en el ciclo común de las prendas. Los precios de las piezas han bajado, y con ello la manera en que adquirimos ropa.

Uno de los términos que suenan con más fuerza es el Fast Fashion (Moda Rápida), este hábito de comprar prendas de una manera rápida, accesible y efímera (la calidad de las piezas muchas veces no es la mejor y, por lo mismo, su durabilidad es corta), los análisis de esta forma de consumir arroja secuelas muy importantes en ámbitos sociales, económicos y psicológicos, pero sobre todo en el cuidado del medio ambiente.

Las grandes firmas han caído en cuenta, y con ello intentan generar colecciones que sean amigables con el medio ambiente. Buscan textiles, materiales y producciones que no dañen el planeta, pero la demanda sigue en aumento, así como la población más joven que se acerca a etiquetas mucho más accesible. Stella McCartney, hija de Paul McCartney, fundó una de las firmas pioneras en el tema. “Como marca vegetariana, nunca usamos cuero, pieles o plumas. Al adoptar esta postura, estamos demostrando que es posible crear productos hermosos y lujosos que son mejores para todos: los animales, las personas y el medio ambiente”, se lee en su página web, y es así como sus seguidores, y los ecologistas, han recibido esta apuesta como un acierto.

Vivimos una época en la historia donde existe un hiperconsumo de la industria, consecuencia de colecciones o piezas que se ponen de moda, se obtiene una producción rápida, con enormes volúmenes, y a bajo costo. El estilo cambia cada temporada y entonces la prenda tuvo muy poca vida de uso. En el mundo se consumen 80 mil millones de artículos de ropa al año, un aumento de casi 400 por ciento en el último año. Además, muchas de las empresas que se dedican a la Moda Rápida han sido señaladas por la mano de obra, bajos salarios y condiciones inhumanas en sus maquilas, sobre todo en países en el sur de Asia: Bangladesh, India, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka y China. La fundación Walk Free Foundation se ha encargado de reclutar firmas textiles para erradicar las plantaciones de algodón no éticas, en muchos de estos campos son explotados niños y mujeres con largas jornadas laborales.

La industria de la moda es de suma importancia para la economía y generar empleos. Por ejemplo, alcanzó una cifra de 664 mil 470 millones de dólares a nivel mundial durante 2020 (con una pandemia en contra), según cifras de Statista. Pero, por otro lado, lleva una carga brutal en cuanto implicaciones ecológicas, la ONU lanzó estadísticas donde destaca que la producción textil es responsable del 20 por ciento de las aguas residuales globales, solamente detrás de la energética, y del 10 por ciento de las emisiones globales de carbono.

Uno de los materiales que más implicaciones negativas tiene para el planeta es el algodón, el cual representa 38 por ciento del consumo total de la industria textil; para producir una prenda con esta materia prima se utiliza mucha agua, además de pesticidas y fertilizantes que no son amigables con el planeta.

Reducir el ciclo

Existe una variante positiva, las nuevas generaciones, así como las campañas ambientalistas, han hecho que el conciente colectivo genere una mayor responsabilidad a la hora de comprar. Desde qué marcas eco friendly consumir, proponer menos temporadas en las colecciones (y con esto menos tendencias que seguir, así como evitar “objetos de deseo”), hasta crear un círculo de vida en la moda y adquirir prendas preamadas. Día con día vemos mayores propuestas, impulsadas por personas preocupadas por el impacto, y que tiene como objetivo reducir la huella ambiental. Pero la responsabilidad de bajar esto es una tarea individual.

Según la página web de Greenpeace en México, con datos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (cemda), tan sólo el 5 por ciento de la ropa se recicla. Una cifra alarmante. En un estudio realizado por la Fundación Ellen Macarthur se publicó que el 60% de los ciudadanos alemanes y chinos admiten tener más ropa de la que necesitan. Existe un hiperconsumo global.

¿Qué podemos hacer como víctimas de la moda para reducir el impacto ambiental? La organización canadiense Fashion Takes Action propone un modelo llamado “Las 7R”: reducir, rentar, resignificar, reparar, rehusar, revender y reciclar.

Las tendencias y el nuevo modelo de consumo se inclinan por rehusar las piezas con las que cuentas en tu armario. Reconocer cómo poder combinarlas sin necesidad de tirarlas. Por supuesto también poner el ojo en el consumo responsable, poner de lado la Moda Rápida y hacer un ejercicio para invertir en ropa de mejor calidad y durabilidad.

Rentar piezas para ocasiones especiales: vestidos largos, trajes y smokings o bolsas de lujo. Pero la última tendencia se basa en comprar ropa pre-amada, el emprendedurismo está tomando el camino de reutilizar la moda, y así adquirir colecciones que haya aprovechado alguien más.

Por: Begoña Cosío

dgp