El neurólogo británico Cameron Shaw explicó que justo antes de la muerte, se genera en las personas un fenómeno de luz al final del túnel, causado por una pérdida de conciencia, debido a la falta de sangre que llega al cerebro. Esto es algo que se presenta en todas las personas antes de su último aliento.
En lo que respecta al desprendimiento del cuerpo, Cameron Shaw explicó que este fenómeno podría producirse de una forma más metafísica que real. porque el cerebro sería capaz de crear desde cero un universo visual en torno a una realidad imaginada. Piensa que en definitiva es sólo una ilusión.
En cuanto a la hipótesis de que la vida pasa por delante de los ojos, el neurólogo dijo que esta tesis puede ser muy realista. El científico asegura que las últimas cosas en las que se piensa y se visualiza antes de morir, son los momentos más felices de nuestra vida.
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Las células del cerebro permanecen vivas
El especialista también explicó que con la visión neurocientífica actual, tienen la certeza de que la conciencia no puede sobrevivir a la muerte cerebral y, junto con todas las demás funciones mentales, se pierde irrecuperablemente.
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Pero también es claro que ese proceso no es inmediato. A lo largo del tránsito vida-muerte, las células madre de la piel y el cerebro permanecen vivas durante varios días, después de que una persona pierde la vida.
Después de la muerte siguen habiendo millones de microorganismos sin los cuales hubiera sido imposible sobrevivir. Entre ellos están los que ayudan en las labores de alimentación o de recuperación de la piel. Por varios días, esos microorganismos seguirán activos, digiriendo y reproduciéndose.
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