VOCHO

Vochomania: Más que una pasión en estilo de vida de amor por los “Vochos”

A pesar de que hace más de una década que se dejó de producir este auto el amor y cariño hacia este modelo perdura por lo que no es raro ver muchos modelos antiguos restaurados en todo México y el mundo

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Si bien en otras partes del mundo su presencia se ha extinguido casi por completo, en México sigue teniendo un gran número de aficionados. FOTO: ESPECIALCréditos: FOTO: ESPECIAL

El amor y cariño por el Volkswagen Tipo 1 o Volkswagen Sedán, mejor conocido como “Vocho”, aún perdura entre los mexicanos y a pesar de que este modelo dejó de producirse en el año de 2003; a casi dos décadas, aún hay quienes hacen de este su primera opción a la hora de adquirir un nuevo vehículo pues la nostalgia alrededor de este icónico carro se ha convertido en algo más que una pasión para volverse en estilo de vida.

El hecho de que sea uno de los coches más duraderos y entrañables del mundo puede explicar en cierta medida el amor que aún hoy existe por este emblemático cupé de dos puertas con motor trasero cuyo peculiar sonido que produce hace posible reconocerlo enseguida en cualquier lugar por donde circule. 

En México, este carro “es parte inseparable de la cultura". FOTO: ESPECIAL

Su sencillez, conducción amigable, bajo consumo de combustible y fácil reparación lo volvieron la opción predilecta de las familias mexicanas hace un par de décadas, no por nada desde 1970 hasta la década de 1990, fue el automóvil más vendido del mundo, con una producción mundial de más de 21 millones de vehículos; por lo que también es considerado como “el auto del pueblo”.

Difícilmente existe alguien que no conozca este emblemático vehículo debido a que la gran mayoría cuenta con una anécdota sobre el Volkswagen "Vocho", o tan siquiera un recuerdo; muchos han y siguen aprendiendo a conducir en él, mientras que hay quienes heredaron la pasión por este modelo de sus padres o abuelos y planean a su vez transmitir este amor a sus hijos.

En México, este carro “es parte inseparable de la cultura". FOTO: ESPECIAL

Una pasión que trasciende generaciones

En la actualidad existe un gran número de aficionados por los “Vochos” que no dudan en mostrar su pasión por este icónico vehículo, basta con buscar la palabra “Vocho” en redes sociales o en algún buscador web para que en los resultados arrojen un sin fin de páginas de aficionados y clubes que congregan a cientos de amantes del “Vocho” entre sus filas.

Si bien en otras partes del mundo su presencia se ha extinguido casi por completo, en México sigue teniendo una fuerte presencia ante la gran cantidad de "Vochos" recorren las colinas y pueblos del país desafiando la edad y el paso del tiempo. 

Los estrictos controles de contaminación en la ciudad de México han prohibido la circulación de muchos autos antiguos como este, sin embargo, eso no ha significado su extinción pues aún hoy es posible ver modelos destartalados asomándose desde los garajes de barrios históricos de la ciudad; mientras que los más relucientes y restaurados aparecen en fotos de revistas o Instagram dejando de manifiesto que en México, este carro “es parte inseparable de la cultura".

Restaurar uno de estos vehículos implica tiempo, dinero pero sobre todo pasión. FOTO: ESPECIAL

No importa el costo lo que importa es la pasión

Restaurar uno de estos vehículos no es tarea sencilla, pues para aventurarse a restaurar un vehículo como lo es el "Vocho", se debe contar el tiempo, la paciencia, muchas refacciones y sobre todo dinero para hacerlo, pues es un largo proceso que no es ni sencillo ni económico. 

La restauración de un “Vocho” puede llegar a ser muy costosa pues según Marcos Bureau, director editorial de la revista Vochomanía, existen modificaciones o reparaciones que pueden llegar a costar más que el mismo automóvil, lo que sumado a que las refacciones elevaron su costo y suelen ser algo caras en gran medida por la euforia que ha surgido en torno a este emblemático vehículo.

Pese a los costos elevados que representa su reparación, esto no han impedido que más y más aficionados que llegaron a enamorarse de este vehículo siendo niños, ahora que son adultos no escatimen en gastos con tal de tener ese tan anhelado “juguete” hoy que está en sus posibilidades hacerlo.

“Tienes ese algo que hace que lo ames”

Para más de uno aficionado de los “Vochos”, una de sus mayores características es su forma que es tan peculiar que “tiene algo que hace sonreír a la gente”, en gran medida por su diseño atemporal: sus curvas, su forma simple, su alegre paleta de colores y quizás su pequeño tamaño. 

Es como si tuvieran personalidad… algo más allá de la maquinaria. Tienen una especie de alma, por así decirlo, tanto que se convierte en “el miembro de la familia que vive en el garaje”, llegó a comentar en una entrevista Enrique Wanzke, quien es dueño del “Vocho” más antiguo del país, un modelo de 1950 de ventana dividida color aguacate. 

Para nadie es un secreto que a la gente le fascina este automóvil, basta con ver cómo cada país lo ha nombrado de diferente manera: en Brasil le dicen fusca, en Ecuador pichirilo , para los colombianos es una “pulga” y para Perú un “sapito”. Pero aquí en México, sin duda estamos locos por nuestros “Vochitos".

El amor por este vehículo aún persiste hasta nuestros días. FOTO: ESPECIAL

SSB