¿Hay vida fuera de la Tierra? Muchas personas quieren creer que sí e incluso hay hipótesis serias que explican por qué si hay o no. Una de ellas es la ‘paradoja de Fermi’, la cual refiere que aun cuando existen cientos de miles de millones de estrellas nunca hemos encontrado evidencia sólida sobre vida alienígena, aun cuando estadísticamente es probable que sí haya más planetas habitados.
Una explicación, muy del agrado de muchos expertos, es que los alienígenas podrían estar hibernando, o que las civilizaciones existentes no han sabido cómo prosperar para hacer viajes interestelares, como nuestra sociedad. Sin embargo, el físico teórico Alexander Berezin, de la Universidad Nacional de Tecnología Electrónica de Rusia, parece haber dado con la respuesta definitiva a este misterio.
¿Por qué no hemos visto a ningún alienígena?
Alexander Berezin, basándose en la paradoja de Fermi, elaboró una hipótesis que se llama “el primero en entrar, el último en salir”, con la cual cual afirma que tiene “una solución trivial que no requiere de suposiciones controvertidas, aunque puede resultar difícil de aceptar, ya que predice para nuestra propia civilización un futuro que es incluso peor que la extinción”.
Berezin sostiene que la naturaleza específica de las civilizaciones que surgen en las estrellas no debería de importarnos, ya sean organismos biológicos como nosotros, o de Inteligencias Artificiales que se rebelaron contra sus creadores, o incluso de mentes a escala planetaria, fue el único parámetro que realmente debería preocuparnos es el umbral físico en que nosotros podríamos observar su existencia.
“La única variable que podemos medir objetivamente es la probabilidad de que la vida pueda ser detectable desde el espacio exterior dentro de una cierta distancia de la Tierra. A esto lo llamaremos Parámetro A”, explicó el experto. Una vez establecido esto, prosigue a plantear que todos los recursos son finitos, por lo que qué pasaría si la civilización que logró detectar a otra y puede viajar, sólo lo hace para erradicar a toda su competencia para alimentar su propia expansión.
Sin embargo, Berezin propone que la etapa de destrucción de mundos aún no ha sido alcanzada por ninguna civilización y que es muy probable que los primeros en comenzar sean los propios humanos. “Seremos los primeros en llegar a la etapa interestelar, y muy probablemente seremos los últimos en irnos”, sostiene. Berezin asegura que espera que su idea no resulte ser cierta, pues de ser verdadera, nunca podríamos entrar en contacto con nadie, porque iríamos destruyendo todas las civilizaciones.
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