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Edmund Kemper: víctimas y perfil psicológico del asesino de dos metros de altura que atemorizó un país entero

Conoce la historia del asesino que ha inspirado películas y múltiples documentales por la crueldad que cometía con cada una de sus víctimas

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Edmund Kemper, asesino serial.Foto: El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: El Heraldo de México

Edmund Kemper III nació en Burbank, California en 1948. Su estatura fue un rasgo característico. Llegó a medir dos metros de altura. Desde pequeño disfrutó de la tortura y asesinato de animales y realizaba representaciones sexuales con las muñecas de sus hermanas. 

Cuando tenía 15 años asesinó a sus abuelos y fue internado en el Hospital psiquiátrico Estatal en la ciudad de Atascadero, pero su objetivo no fue reformarse sino todo lo contrario. Ganó la confianza de los doctores y profesionales que trabajaban ahí. De esta forma obtuvo acceso a carpetas de exámenes de otros internos y psicópatas. Salió libre cuando cumplió 21 años, pero solo para cometer más asesinatos. Uno de ellos el de su propia madre.

En abril de 1973, después de una acalorada discusión con su madre, esperó a que ella durmiera. Ed golpeó a martillazos su cabeza y, posteriormente la cercenó para cometer actos sexuales con esta parte del cuerpo. 

El resto de sus cuerdas vocales las arrojó al triturador de basura. Y permaneció con el cadáver de su madre durante días. 

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Después de asesinarla, su amiga Sally llegó a buscarla. Ed la invitó a pasar pero solo para saciar su sed de matar. La golpeó de tal forma que le rompió la tráquea. La decapitó y fue a dormir. 

Ed Kemper asesinó, decapitó y violó los cadáveres de 8 jóvenes estudiantes en las autopistas entre 1972 y 1973. Elegía a mujeres que hacían autostop. Detenía su vehículo, las subía y llevaba a sus víctimas a lugares apartados para estrangularlas, apuñalarlas y después las decapitaba. Una vez muertas, abusaba de los cadáveres. 

Kemper enterraba los cadáveres en la montaña y llevaba a casa las cabezas cortadas de sus víctimas, después dormía con ellas durante algunos días y al sentir hartazgo, salía en busca de más...

Con un coeficiente intelectual de 145, estatura de dos metros 5 centímetros y peso de 136 kilogramos, cumple ocho cadenas perpetuas consecutivas desde los 24 años de edad en la prisión estatal de California.  Convirtiéndose en una leyenda de la crónica negra de los Estados Unidos 

Edmund Kemper pidió en 1988 ser liberado porque ya estaba en condiciones de salir, un miembro de la prisión aseguró que Kemper ha mantenido un comportamiento ejemplar. Afortunadamente continúa tras las rejas. 

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mgm