ABUELA

Este es el síndrome de la ABUELA ESCLAVA; quienes cuidan a los nietos cuando no es su obligación

Hay quienes viven por su cuenta, pero con lo que su familia alcanza a darles; otras tienen que mudarse; y algunas más trabajan a pesar de estar en edad de retiro

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Hay muchas abuelas que cuidan a sus nietos, porque creen su obligación. Foto: PixabayCréditos: Foto: Pixabay

La precariedad laboral y desigualdad de género en México han dado como resultado a toda una generación de adultas mayores que dependen económicamente de sus hijos. Sin embargo, no siempre reciben un trato decoroso, como se merecen. Pues algunas de ellas.

Hay quienes viven por su cuenta, pero con lo que su familia alcanza a darles; otras tienen que mudarse; y algunas más trabajan a pesar de estar en edad de retiro

En cualquier caso, las abuelas esclavas están haciendo más de lo que pueden y deben. Sin embargo, las abuelas esclavas son todas las mujeres que, debido a la "ayuda", que reciben de sus hijos, se sienten obligadas a servirlos. 

“Estar sobrecargadas de actividades a las que no pueden renunciar, les genera un sentimiento de culpa, que disminuye su autoestima, aumenta su falta de concentración, puede generar dolores de cabeza, cuadros de tristeza y abatimiento”, explicó el geriatra Carlos Enrique Alfaro Díaza un medio electrónico
 

Consecuencias del síndrome de la abuela esclava

El exceso de responsabilidad y trabajo, termina por deteriorar la salud de las personas con este "síndrome" más rápidamente, que lo que normalmente. 

Según el sitio especializado en personas de la tercera edad Gereatric Area, las manifestaciones físicas más clásicas del síndrome de la abuela esclava son la hipertensión arterial, la aparición de diabetes, la sensación de cansancio crónico, la ansiedad y los cuadros depresivos.

Los familiares de estas mujeres, deben ser conscientes de las cargas de trabajo y presiones que están encomendando. De hecho, es más aconsejable mantener estimuladas a las personas mayores, pero con actividades recreativas. 

Lo que es cierto, es que urgen políticas públicas que reparen la desigualdad de género y fomenten la cultura de derechos humanos durante el envejecimiento. Así como condiciones laborales dignas que garanticen un retiro digno.