El sismólogo Doyeon Kim, quien encabezó la investigación por parte de la Universidad de Maryland, afirmó que para dar con estas estructuras tuvieron que utilizar un algoritmo que provocó que un sistema utilizara ondas sísmicas para generar el “eco”, ondas que fueron usadas para detectar estos movimientos de la tierra.
Este eco se produjo mediante las llamadas zonas de velocidad ultrabaja (ULVZ, por sus siglas en inglés), en donde se detectó que las nuevas estructuras ubicadas entre la frontera del manto y núcleo de la Tierra son del tamaño de un continente, no son tan desconocidas.
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En este estudio publicado por la revista Science, se dio a conocer que los datos obtenidos por un algoritmo de aprendizaje automático, dio con estos nuevos hallazgos que fueron basados en movimientos telúricos.
Sí, los expertos delimitaron que la presencia de sismos y otros movimientos del periodo de 1990 al 2018 fue lo que generó todo el espacio suficiente para descubrir estas nuevas y enormes estructuras.
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"Encontramos ecos en aproximadamente el 40% de las rutas de ondas sísmicas. Eso fue sorprendente porque esperábamos que fueran más raros, y significa que las estructuras anómalas en el límite núcleo-manto están mucho más extendidas de lo que se creía", fue parte de lo que señaló Kim.
Finalmente, los expertos encabezados por Doyeon Kim señalaron que tenían una visión limitada, pero que estas estructuras son enorme y mucho más grandes de lo que habían pensado.
Por: Redacción Digital El Heraldo de México
hgm