TALLER DE LECTURA

Taller de lectura en correccional ayuda en la adversidad

Una hermandad de un grupo de personas en situación de reclusión logró cambiar la vida de un estudiante; todo gracias a un taller de lectura

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ILIMITADO. Este centro alberga a la mayor cantidad de sentenciados de por vida en California, pero muchos mejoraron su vida y ayudan a los demás. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

El ‘Hamlet’ que William Shakespeare hilvanó entre la tragedia que enfrentó aquel príncipe danés, fue la historia que unificó dos mundos ajenos. Un taller de lectura entre la Prisión de Soledad y la preparatoria privada para chicos de Palma en Salinas, California, Estados Unidos, ha llevado a aquellos que están tras las rejas a dejar en libertad su solidaridad y ayudar de forma incondicional a un estudiante que enfrentaba la adversidad.

El centro correccional reúne a los lectores para que compartan sus reflexiones de cada capítulo de esta y otras obras, en un taller sin prejuicios, ni etiquetas. Este ejercicio ha llenado de comprensión y empatía a todos los participantes, al grado de hacer la diferencia ante la dificultad.

El grupo de lectores se hace llamar ‘Brothers in Blue’ y en el taller conocieron la situación de Sy Green, un chico que no tenía para pagar las colegiaturas pues su padre requería una cirugía a corazón abierto y, además de pagar la operación, no podría generar ingresos en el proceso de recuperación, pero también su mamá requería tratamientos médicos y ante este panorama, la hermandad no se quedó a contemplar al chico en su dificultad y demostraron que la solidaridad puede volar libre para ayudarlo.

“Me sorprendió mucho su iniciativa. Se sentían muy agradecidos de que unos chicos de escuela vinieran a un lugar así a un taller de lectura y querían demostrarlo ayudando a alguien de su escuela; al saber de Sy, no dudaron en unirse”, expresó Jim Michelleti, el maestro que imparte este taller. 

Ganar un dólar en situación de reclusión puede tomar todo un día de trabajo (en Estados Unidos puede pagarse a ocho centavos la hora laboral) y aunque es más difícil generar dinero en estas condiciones, hubo “hermanos de lectura” dispuestos a donar hasta el sueldo de todo un mes ($100USD) para apoyar a Sy; en total, recaudaron 30 mil dólares, que le entregaron al joven para que concluyera la escuela (logro que alcanzó este verano) y en otoño se registraró en la Academia de Arte de la Universidad de San Francisco.

La familia Green sintió tanta gratitud, que invitaron a algunos amigos de la hermandad a la ceremonia de graduación y aún más: Sy desea frecuentar la prisión para impartir talleres de lo que será su vocación, en una inercia solidaria que avanza y se expande a potenciar la ayuda más allá de las rejas.