El futuro luce maravilloso para los viajes en avión, o al menos así es como nos lo prometió el equipo de HawaiianIslands.com a través de unos renders digitales —muy realistas— que nos plantean cómo serán próximamente las aeronaves. Basta de los codeos con desconocidos, de incómodos asientos y de padecer el traslado si no se invierte en un espacio en primera clase. Nos plantean que los mejores ingenieros aeroespaciales presentaron a la oficina de patentes sus mejores diseños, y los más funcionales, creativos además de rentables, fueron retomados por este sitio web.
No es fácil transportar a 200 pasajeros
Sabemos que no es nada sencillo trasladar a 200 pasajeros con suma seguridad, comodidad y sobre todo, a un precio razonable. Y es que, las aerolíneas quieren darle prioridad a los viajeros de primera clase para mejorar "el placer y el prestigio" con el fin de atraer a más clientes premium. Por otra parte, las empresas que ofrecen su servicio a un costo menor, reconocen que los pasajeros están dispuestos a comprometer su comodidad si esto les genera un ahorro significativo. Entonces, los diseñadores se presionan constantemente en encontrar un equilibrio en el que los clientes encuentren razonable el precio-servicio.
Sin embargo debemos recordar que las leyes de la física están en contra de la naturalidad de volar. Aunado a que el espacio es limitado. Todo radica en la forma del avión y esto determina su eficiencia. En sí, cada gramo adicional en las instalaciones y accesorios aumenta el costo del combustible y el costo para el medio ambiente. Esto nos explicaría por qué entre mayor comodidad, hay mayor gasto. Sin embargo —y como una buena noticia para los consumidores— han pasado 120 años del primer despegue de la primera máquina voladora más pesada que el aire.
A raíz de esto los viajes aéreos siguen siendo un asunto emocionante y futurista. Este glamour convierte a estos límites en desafíos para los diseñadores, y los inspira a idear formas cada vez más ingeniosas de hacer que los viajes aéreos sean más asequibles, cómodos y seguros. Finalmente te mostraremos las 10 propuestas más emocionantes que los ingenieros aeroespaciales enviaron a la oficina de patentes. Para revisar la información original en inglés puedes consultar el siguiente link.
¿Qué nos deparan los vuelos del futuro?
- Las cabinas de los aviones pronto podrían tener pantallas digitales en lugar de ventanillas.
- La realidad virtual y otros sistemas de entretenimiento de alta tecnología se integrarían a la
- cabina.
- Los diseñadores están utilizando formas y disposiciones de asientos cada vez más inventivas para acomodar a más pasajeros con mayor comodidad.
- Un robot sobre rieles podría servir la comida en los asientos, sustituyendo el carrito de los snacks y liberando valioso espacio en el pasillo.
Así será la cabina de piloto: "los parabrisas son para cobardes"
Los pasajeros se sienten más tranquilos cuando saben que el piloto puede ver a través del frente del avión durante su traslado. En cuestiones técnicas, los diseñadores de aviones están trabajando para eliminar esas ventanas delanteras y remplazarlas por una cabina con vista panorámica. Los antecedentes son:
- El Pentágono estadounidense y Lockheed Martin han producido un casco de 400 mil dólares que “permite ver en tiempo real en todas las direcciones gracias a seis cámaras infrarrojas montadas en el avión”. Sin embargo, se trata más de mantener la ventaja en conflictos bélicos.
- En la NASA se diseñó un avión de prueba supersónico que coloca la cabina en la mitad del avión con un monitor 4K en lugar de una ventana.
Así que, ¿qué veremos en el sector comercial? Los gigantes aeroespaciales Airbus descubrieron que las ventanas delanteras no solo reducen la eficiencia del combustible, sino que la cabina convencional ocupa un valioso espacio para sentarse. Entonces lo movieron. La patente US9302780B2 propone que la cabina se pueda mover al vientre del avión o a su cola. En lugar de un casco de 400 mil dólares, el piloto se encontraría en un centro multimedia futurista rodeado de pantallas OLED, pantallas de proyección e incluso “un dispositivo con láser para formar una imagen holográfica”.
Primera clase: información en vivo a través de la ventana
Mirar un paisaje de nubes desde un avión, siempre resulta increíble. Sin embargo, tratar de dar sentido a la vista urbana o natural, resulta más atractivo. Esta patente presenta información en vivo sobre lo que el pasajero observe a través de la ventana. Se basa en una tecnología precisa de seguimiento ocular. Airbus B64C 1/14 promete un regreso a los primeros días cuando los viajeros "estaban fascinados por el hecho de viajar por el aire y ver la tierra a través de la cabina en la perspectiva de un pájaro". No solo le daría seguimiento al ojo, también a las manos cuando se señale algo en específico. El avión triangulará lo que llamó la atención y brindará detalles del mismo. A la par, se tendrá la opción de guardar la información en dispositivos móviles a través de Bluetooth.
Una sala privada en un vuelo comercial
Incluso en primera clase es difícil escapar del hecho de estar volando con cientos de personas o simplemente poder disfrutar de una experiencia íntima compartida justo cuando más es necesaria. Safran Seats GB Ltd propone dar a los viajeros premium y business una salida con estas cabinas modulares adaptables. Todo en ella es móvil, lo que permite diferentes configuraciones y cumple con los requisitos de seguridad. Las paredes divisorias se pueden guardar durante el despegue y el aterrizaje, y la mesa u otros muebles se pueden mover del pasillo para permitir el acceso. Cada unidad de asiento podría tener uno o más asientos, y los pasajeros podrían convertir al menos uno de estos asientos en una cama.
Una oficina y una cama en el cielo ¿será posible?
Los pasajeros que tienen a viajar bastante por temas de negocio, pasan gran parte de su tiempo en vuelos, y si no tienen el presupuesto para un viaje de lujo en primera clase, al menos pueden escapar de la clase económica y cargar su boleto de negocios a la empresa. Aún así, la comodidad y la privacidad son primordiales para ellos, y estas son las necesidades que British Airways espera satisfacer con los módulos de asientos en forma de concha de la patente B64D 11/06. La formación en espiga de cada unidad de asiento maximiza el espacio, dando a los viajeros la oportunidad de estirarse en el hueco del asiento de adelante.
Otras propuestas de asientos para la clase ejecutiva están más obsesionadas con la densidad de asientos que con la comodidad y la privacidad. Por ello la patente B64D 11/06 propone que la zona de los tobillos —que son más angostos que las caderas y hombros— sean el pilar para proponer una reducción de espacio en los pasillos. Disminuir el contorno de los asientos puede ofrecer más espacio a nivel del suelo para los pasajeros sentados. Así se utilizará para espacio para las piernas o para acomodar más asientos. Encima de la mesa se proporcionaría una partición con una pantalla de 17” o más grande. Los asientos tendrían la posibilidad de girar moverse para desplegarse y dormir.
Azafatas robot: la comida en un monorriel
El carrito de comida tiende a apretar el ancho del pasillo, golpea los tobillos de los pasajeros y bloquea el camino. Esos días pueden estar contados, pues la idea es que solo la primera clase disfrute del servicio de las azafatas mientras que el resto del avión podría recibir comida y bebidas con este alegre monopié. Inspirándose en los bocetos de la era atómica de Martin Limanoff para un robot de servicio sobre raíles, Sell GMBH propone un monorriel automático para aviones que recorra el pasillo de arriba a abajo entregando snacks. Con esto libera a los asistentes de vuelo y la unidad de restaurante móvil ocuparía una huella estrecha para que la gente pase sin problema alguno.
Dormir inclinado hacia adelante en curiosos asientos
Los días de posiciones incómodas para la "siesta aérea" podrían quedar atrás con la patente B64D II/06. El sistema de apoyo para dormir en posición vertical es la solución inmediata. Con este, los pasajeros podrían distribuir una mochila que se transforma en una unidad para conciliar el sueño mientras se está sentado. De hecho, se adhiere al asiento, y por razones de seguridad, al viajero. La unidad cuelga de frente para poder recostarse sobre ella. Así se descansa la frente en el cojín y se coloca la cara en un orificio estilo mesa de masaje para poder respirar. Incluso hay una pequeña manga en la parte delantera del accesorio para detener los brazos.
Entretenimiento inmersivo a bordo en asientos tipo transporte público
Se ha ingeniado un "reposacabezas de sonido" para los asientos de pasajero. En cada aeronave se ofrecería la oportunidad de sumergirse en el entretenimiento, con un casco de realidad virtual (VR) y "al menos parcialmente alojando la cabeza del pasajero", brindando un maravilloso aislamiento —y una visibilidad privada— de otros viajeros. Este servicio contaría con música, películas y experiencias de realidad virtual. Este centro de medios total para la cabeza también podría facilitar el trabajo si se combina con guantes de captura de movimiento y un teclado virtual. La propuesta de Future Shock-y también brindaría aire acondicionado individualizado, incluida la posibilidad de canalizar "sustancias olorosas naturales o sintéticas" en el aire.
Otra propuesta para la clase económica viene de la compañía francesa Zodiac Seats, quien cree que hay ciertas cosas que los pasajeros de autobuses y trenes adaptaron y que podrían funcionar muy bien en el aire. La idea es volar mientras miramos sin tener que ver a otros pasajeros. ¿Cómo? A través de la formación en zig-zag con el que la gente necesita más espacio lateral a la altura de los hombros que de los tobillos. Sin un asiento inmediatamente contiguo, la solución que plantean acabaría con la batalla por el reposabrazos. Así habría más espacio para los hombros, pero tiene el costo de estar extrañamente cerca de la persona de enfrente. También significa que la mitad de los pasajeros volarían "hacia atrás", lo que podría no ser bueno para los aviofóbicos.
Más inodoros... ¿menos privacidad?
Boeing propone reducir los tiempos de espera agregando más unidades de baño y otros dispositivos que ahorren tiempo. Debido a que las aerolíneas no pueden cobrar por un asiento en el baño, el espacio sigue siendo escaso. La solución esto es una peculiar distribución geométrica de los cubículos de los baños. Coloca el fregadero en un área común para que las personas que simplemente están allí para lavarse las manos o peinarse no ocupen los baños, mientras que los sanitarios quedan en un lugar "más privado". Las puertas correderas y los cambiadores de bebés plegables reducen aún más la carga del espacio.
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