METROID DREAD: SAMUS

Metroid Dread: Samus regresó mejor que nunca | Reseña

Metroid Dread, la más reciente entrega de este gran videojuego es una joya que no querrás dejar de jugar

TECNOLOGÍA

·

Retador, pero muy adictivo. Esta es probablemente la descripción más corta que se le puede dar a Metroid Dread, un juego que llegó cerca del fin del año a ser fiel candidato a lo mejor de 2021. Una secuela de un juego de hace casi 20 años, que es simplemente fantástica.

Metroid Dread es la más reciente entrega de una saga que nació en 1986 y continúa fiel a la esencia de lo que eran esos juegos en 2D de hace 35 años, pero con gráficos modernos, mecánicas precisas y nuevas propuestas que enriquecen mucho la experiencia de juego, algo que sin duda atrapará a jugadores veteranos y nuevos por igual.

Este juego es secuela directa de Metroid Fusion, juego de 2002 y es el primero de la saga desde 2017, cuando MercurySteam entregoó el remake de Metroid II: Return of Samus, bajo el título de Metroid: Samus Returns. Este mismo estudio fue el encargado de crear Metroid Dread y vaya que lo hicieron con creces, regresando algunas mecánicas de su anterior entrega y retomando perfectamente la historia de Fusion.

La historia, sin mayores spoilers es sencilla, después de supuestamente erradicar el Parásito X, Samus recibe nuevas instrucciones y deberá ir al planeta ZDR, donde se avistaron nuevos problemas para la galaxia, por lo que tendrá que investigar el lugar. En cuanto llega, se encuentra con problemas y termina noqueada, despertando más adelante sin la mayoría de sus mejoras en el traje.

Curiosamente –y a diferencia de otros Metroid– empezarás por los niveles subterráneos del planeta y deberás ir ascendiendo hacia la superficie, donde cada vez se irán revelando los diferentes tipos de clima de ZDR. El mundo mismo es un tema de conversación, su diseño no sólo es impecable, si no que además va cambiando dependiendo de lo que hagamos, bloqueando ciertos caminos dependiendo del momento en el que estés y forzándote a explorarlo completo, incluso por momentos la misma Samus le hace daño al entorno y este permanece así.

Es un juego en 2D, pero completamente modelado en 3D, lo que le da una gran profundidad de detalles y hace que este mundo por momento nos muestre paisajes increíbles que fácil pueden ser wallpapers. Esto incluso contribuye a la precisión de los movimientos de Samus, que ayudado por los casi siempre constantes 60 cuadros por segundo a los que corre el juego, son prácticamente perfectos.

La verdad es que MercurySteam le trajo mucha frescura a la saga con un título muy bien pensado y ejecutado. Los movimientos, tanto en combate, como en exploración se sienten muy fluidos y el regreso de mecánicas como el parry y la mira de 360 grados, más la adaptación del camuflaje, hacen que sientas que Samus es invencible, pero el balance del juego te hace aprender que no lo es.

Y hablo tanto del movimiento porque es esencial en Metroid Dread, es muy importante porque se siente tan bien, que le quita pesadez a tanta exploración, pero a la vez te salvará la vida cuando te encuentres con un E.M.M.I. y hará que logres vencer a los diferentes minibosses y bosses del juego.

La exploración es parte central de todo buen Metroid y aquí no es la excepción, el juego te dejará libre en el planeta sin mayor ayuda, por lo que deberás ir recorriendo los mapas para lograr recuperar tus habilidades y avanzar en tu misión. Esta será una parte muy satisfactoria para los coleccionistas, pues hay muchas cosas que descubrir y conseguir ingeniosamente dentro del juego, aunque no llega a ser frustrante para los jugadores que se van por la vía rápida hacia terminar el juego. Yo me encontré perdida varias veces, pero disfruté cada minuto ampliamente.

Dentro de este colorido mundo, hay ciertas zonas más grisáceas donde rondan los temibles E.M.M.I. (robots que te hacen ver que Samus no es invencible, sino todo lo contrario). Durante prácticamente todo el juego, sentirás que con dominar el combate básico ningún enemigo le hace un rasguño a Samus, algo completamente diferente sucederá cuando encuentres estas áreas grises...

Aquí tu serás la presa, pues estos robots acabarán contigo en dos movimientos si te alcanzan y es casi imposible salvarse, aunque es posible. Esto seguramente frustrará a los arduos exploradores que no puedan conocer tranquilos cada rincón sin que salga una máquina de la muerte de un hoyo a matarlos, pero sepan que hay un elemento catártico al lograr encontrar energía para que tu cañón Omega los convierta en chatarra.

Aquí la música hace un gran trabajo para ponerte en estado de alerta y el sonido en general te ayudará a saber cuándo estás en riesgo de ser visto o si ya debes correr por tu vida. También aquí es donde entrará en acción tu capacidad para pasar desapercibido, usar el camuflaje y cuidar tu barra de Aeion, que cuando se vacíe, empezará a consumir tu energía vital.

El atractivo visual en todo esto es increíble, el efecto del camuflaje está muy bien logrado y en general el diseño y arte de los niveles es impecable. Tanto en los diferentes ambientes, con sus tipos de clima e iluminación, como en su tipo de fauna, que también es muy variada y cambia en cada nivel dependiendo del ambiente.

El balance en Metroid Dread lo encuentras tanto en los E.M.M.I. como en los pequeños y los principales jefes. Los pequeños son pruebas de combate duras, pero bastante balanceadas con Samus, pero los jefes principales son otro tema. Cuando llegas con uno de estos es momento de estirar los dedos, acumular paciencia y sentarse muy concentrado, porque te pedirán casi la perfección.

Y esto no quiere decir que estemos frente a un Demon’s Souls en 2D, porque en realidad estos encuentros son duros, pero justos. Todos los ataques se pueden esquivar, el mismo juego te lo aclara repetidamente y seguramente morirás varias veces antes de lograrlo, pero en general está muy bien logrado y no es pesado repetirlo. De hecho es muy curioso, porque conforme vas logrando que Samus tenga más herramientas y sea aún más infalible, como jugador también sentirás que mejoras y eso es mayormente gracias a estos combates retadores.

Conclusión

Metroid Dread es una declaración de cómo se hace un buen juego en 2D y de por qué, a pesar de los años, Metroid es lo que es. Es un juego que mantiene una esencia retro, con arte moderno y nuevas mecánicas, pero el mismo sentimiento de estar por tu cuenta en un mundo virtual, sin la ayuda de nadie, explorando, aprendiendo y viviendo una aventura a través de un gran personaje como lo es la gran Samus Aran.

Es una gran mezcla entre un héroe que parte plaza entre enemigos, con batallas épicas contra bestias colosales y una historia muy disfrutable. El trabajo de MercurySteam es impecable, la continuidad está muy bien cuidada y el trabajo artístico de los escenarios más el diseño de los niveles es simplemente espectacular. A pesar de ser un juego relativamente corto, de unas 10-20 horas, es altamente adictivo y satisfactorio; probablemente el mejor Metroid hasta ahora.

Metroid Dread será lanzado el 8 de octubre para Nintendo Switch, esta reseña se hizo con un código previo al lanzamiento, provisto por Nintendo.