Llegó a 20 pesos el precio del dólar y se posicionó como la moneda más depreciada del mundo este año. No hay ninguna razón para pensar que el origen de este alto precio es atribuible a algo externo. Por el contrario, todo indica que es la incertidumbre institucionalizada por la reforma al Poder Judicial lo que genera una fuerte salida de capitales y un encarecimiento del dólar.
De muy poco sirven las explicaciones que señalan que la tasa de interés de referencia en México (10.75 por ciento) está muy por encima de la tasa de referencia del Banco de la Reserva Federal de EU (5.50 por ciento). Ese argumento se usó para explicar el “peso fuerte”, cuando el dólar se cotizaba debajo de 17 pesos. Aunque ese diferencial en gran medida continúa —es decir, México sigue pagando una prima elevada—, en realidad no sirve de nada, porque de todas formas el peso se depreció. En otras palabras: ni pagando más intereses quieren pesos. Pero lo más perturbador de este escenario es que la autoridad que está por tomar el control de las finanzas públicas del país —Claudia Sheinbaum, Rogelio Ramírez de la O, Marcelo Ebrard—, guarden silencio. Al callar, tratan este episodio de volatilidad cambiaria como algo “normal” y, aunque es evidente que el peso flota libremente en el mercado, también lo es que en esta ocasión el encarecimiento del dólar es atribuible a decisiones domésticas.
¿Cuál es el problema de un dólar caro? Que, si persiste así, habrá un traslado de precios caros, en aquellos insumos que consumimos y que están denominados en dólares, hacia la inflación. Y esto no le conviene ni a los consumidores ni al gobierno nuevo, que ya tiene suficientes problemas de arranque con el galimatías derivado de la lucha entre poderes de la República.
En Estados Unidos ya se controló la inflación. Incluso
Jerome Powell salió a decir hace poco que llegó la hora de la reducción de tasas de interés. Pero en México este escenario no sería tan claro, por lo que una inflación elevada podría ser el costo que el gobierno de Claudia Sheinbaum esté aceptando de facto para el arranque de su administración. Es un precio elevado que impactará a todas las familias mexicanas. Uf.
NORTE 19
Hay nuevo CEO en Norte 19, la operadora hotelera que fundó Luis Barrios. Se trata de Leo Schlesinger, que viene de dirigir Aliat Universidades, donde potenció fuertemente su crecimiento y digitalización. Barrios continuará al frente del Consejo de Administración.
PROEZA
Importante relevo en el grupo regiomontano Proeza. Leopoldo Cedillo deja el cargo de CEO después de 29 años, y en su lugar llega Daniel Martínez-Valle, quien fue CEO de Kaluz y Orbia. Las principales unidades de negocio de Proeza son Metalsa, Citrofrut, así como divisiones de la industria de la salud y de movilidad.
POR: CARLOS MOTA
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