HIEL Y MIEL

Ahí viene el lobo

Ahí viene el lobo, muchos nos han dicho, pero como al parecer somos una mezcla de ciudadanos sufridos, abnegados y correlones hemos podido seguir aguantando y creemos que el temido canis lupus no nos alcanzará

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

En nuestro país tenemos muchos problemas. No me atrevo a hacer un recuento exhaustivo de cuáles son. Seguramente no cabrían en este texto. Haré un intento de síntesis: la presencia brutal del crimen organizado, la inseguridad derivada de ello y la poca eficiencia de la autoridad para su combate; la salida de connacionales de sus lugares de origen a otros sitios en México o países por la imposibilidad de vivir en paz, el desabasto de vacunas y medicamentos, la falta de equipamiento médico en clínicas y hospitales, el que el gobierno haya gastado más de lo que tenemos (a lo que elegantemente se le dice déficit), el freno de la actividad productiva, la baja en la inversión fija bruta, la incertidumbre normal en un cambio de sexenio, la desaceleración del consumo, una inflación subyacente que no cede (y que en el caso de algunos medicamentos puede llegar al ¡300 o 500%!), un muy pobre crecimiento del PIB que no alcanzará al final del sexenio ni siquiera el 1% (y nos parecía muy mediocre cuando crecíamos el 2.1%), una educación insuficiente que genera niños que no comprenden lo que leen. Todo esto para abrir boca y sin hacer mucho esfuerzo de investigación. Así están las cosas en México.

Pero, como dice la Ley de Murphy, todo lo que puede empeorar, sencillamente empeora. Se confirma así la famosa Segunda Ley de la Termodinámica: todos los sistemas en el universo tienden al desorden. Para decirlo en palabras sencillas: éramos muchos y parió la abuela y de pronto nos cayó la reforma del Poder Judicial. ¡Ay, caray!

A la larga lista de problemas que veníamos arrastrando se suman ahora otros: incertidumbre para que nuestro país reciba inversiones de fuera y de dentro, tensión (con graves consecuencias económicas para México) en las relaciones con Estados Unidos y Canadá, estudiantes universitarios que protestan en las calles en contra de las afectaciones al PJ, cúpulas empresariales a las que desagradan las reformas algo tardíamente, asociaciones empresariales principalmente de Estados Unidos que ponen en “pausa” sus inversiones en México, una baja en la calificación de la deuda mexicana, un paro de labores de más de 15 días de los trabajadores del mismo Poder agraviado, depreciación significativa del tipo de cambio, y una oposición dividida e incapaz de volverse (al menos por el momento) un contrapeso eficaz al apabullante oficialismo. 

Ahí viene el lobo, muchos nos han dicho, pero como al parecer somos una mezcla de ciudadanos sufridos, abnegados y correlones hemos podido seguir aguantando y creemos que el temido canis lupus no nos alcanzará.

Pero todo tiene un límite y la fábula de Pedro y el Lobo creo que nos debería hacer reflexionar y seriamente pensar si en esta ocasión nos vamos a poder salvar o no. No lo sé, a ver, dijo un ciego. 

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

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