MALOS MODOS

Bienvenidos a Dinamex

No son cálidos. No tienen ese espíritu de Sarita García que le agarra la mano al paciente, amorosísima, para darle el confort que solo puede dar una madre mexicana

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las declaraciones del Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM) sobre el sistema de salud cuartotransformacionista, que, dijo, no es que sea ya tan bueno como el danés, sino que es mejor, provocaron esa mezcla de hilaridad e indignación habitual en los moralmente derrotados, que se retuercen cada día, impotentes, con el vitriolo del humanismo mexicano. Esta vez, sin embargo, no fue solo a ellos. Debo reconocer que, pese a la veneración que siente por él, aquí su Doctor Patán levantó una ceja ante las declaraciones de nuestro líder.

Me refiero a que lo del sistema danés, si nos ceñimos a la literalidad, es todavía un work in progress. Ponerle un antídoto a la devastación neoliberal no es cosa de un día, así que seguimos ajustando lo de los varios millones que se quedaron sin acceso a la salud pública este sexenio, lo de la mega farmaciotota que surte seis recetas al día o la suspensión de todas, repito: todas las cirugías programadas en el hospital Aurelio Valdivieso de Oaxaca, a causa de la falta de equipo. Por no hablar del problema de los oncológicos, las inundaciones y los elevadores. Así que, lo confieso, sentí, como algunas otras veces, un latigazo de escepticismo ante el último informe de gobierno del EQPMPDM. Sin embargo, como ya les he dicho, en estos casos hay que aplicar el “Protocolo Fisgón”: cuando dudes, espérate tantito, que el presidente se encargará de demostrarte que es infalible. 

En este caso, la constatación de esa infalibilidad vino a cargo de mi Pati, que trajo la luz sobre el tema danés. Si somos mejores que los escandinavos moralmente derrotados, pasó a decir, es porque aquí tenemos algo que allá, con esa frialdad de güeros aburguesados, no tienen ni tendrán nunca: el apapacho. No son cálidos. No tienen ese espíritu de Sarita García que le agarra la mano al paciente, amorosísima, para darle el confort que solo puede dar una madre mexicana. No saben de calidez, de comprensión, de cariñito del bueno. Entiendo perfectamente a mi Pati, y se los dice un especialista que ha estudiado los misterios de la mente y el corazón y sus efectos en un paciente. Pienso, como mi Pati, asumo, en el camillero que pone el cuerpo onda escudo humano cuando cae un chorrote de agua del techo en el quirófano (el agua de lluvia no está recomendada para un apéndice o un corazón expuesto). Pienso en la enfermera que le da masajito al paciente de cáncer mientras llega la morfina. En el médico que te dice “Ánimo, campeón” mientras regresa la luz. 

En fin, que lo que no tiene Dinamarca es al México profundo de su lado, y nada representa al México profundo como nuestro líder, el EQPMPDM. El rey de Dinamex, vaya, que en cada informe y cada mañanera nos da un cálido “bienvenidos”, con esa naturaleza mimosona. En otras palabras: abandonen la literalidad.

POR JULIO PATÁN 

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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