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Avísale a tu jefe: el futuro del trabajo remoto se ve más brillante que nunca

Ya no es una moda pasajera o la solución al confinamiento; definitivamente ya no es el sueño utópico de hace una década. Los esquemas de trabajo remoto e híbrido están evolucionando rápidamente con ayuda de la tecnología que está derribando las paredes de las oficinas tradicionales hacia un futuro flexible y dinámico

OPINIÓN

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Créditos: El Heraldo de México

¡Vaya revolución la que estamos viviendo! Hace diez años, el trabajo remoto era un lujo reservado para los freelancers y las startups más vanguardistas, pero ahora, gracias a la tecnología, se ha convertido en una realidad para millones. Si algo nos dejó claro la pandemia es que muchos trabajos no requieren una oficina física. ¿Por qué, entonces, mientras algunas empresas abrazan esta nueva normalidad, otras se aferran a los cubículos como si fueran templos sagrados?

Veamos lo que está ocurriendo. Según un estudio reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, el 23.5% de la población económicamente activa trabajó desde casa durante el confinamiento. ¡23.5%! Y, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), si bien hubo una reducción en la proporción de trabajadores que realizaban trabajo a distancia, esta se mantuvo en niveles superiores a los previos a la pandemia, lo que revela una transformación sin precedentes, impulsada principalmente por la digitalización acelerada.

El motor detrás de este cambio es, por supuesto, la tecnología. Estamos hablando de inteligencia artificial, herramientas colaborativas, realidad virtual y aumentada, y, por supuesto, la omnipresencia de las plataformas de videoconferencias. Si hace diez años nos hubieran dicho que un par de auriculares y una conexión a internet serían suficientes para dirigir una junta directiva, no lo hubiéramos creído. Pero ahí estamos, en una realidad donde las plataformas de colaboración ahora son tan esenciales como el primer café de la mañana.

Un informe de McKinsey reveló que nueve de cada 10 empresas van a combinar el trabajo remoto con el presencia en la pospandemia. Pero no nos confundamos, no todo es color de rosa. La tecnología también está dando forma a nuevos retos que no teníamos en el radar.

Uno de los problemas más críticos es el agotamiento digital, conocido como "fatiga de Zoom", que surge por la sobrecarga de videollamadas, correos electrónicos y mensajes instantáneos. Ya no hay un límite claro entre lo personal y lo laboral. Estamos disponibles todo el tiempo y eso nos está quemando.

El otro gran reto es la equidad. Mientras que algunos empleados disfrutan de una conexión de fibra óptica y una silla ergonómica en la comodidad de sus hogares, otros luchan con el internet inestable y el ruido constante. En muchos casos, el trabajo remoto ha acentuado las desigualdades, haciendo que las organizaciones deban replantearse cómo distribuir de manera justa los recursos.

Además, el trabajo remoto plantea un desafío de integración y cultura organizacional. ¿Cómo se asegura la cohesión de un equipo cuando sus miembros están dispersos por todo el país o incluso por el mundo? Si bien, las herramientas colaborativas ayudan, nada reemplaza por completo la camaradería que surge al compartir un espacio físico. Al final del día, somos seres sociales.

Entonces, ¿cómo podemos lidiar con estos desafíos? La clave está en el equilibrio y en la flexibilidad. Las organizaciones que liderarán esta nueva era no serán las que obliguen a sus empleados a volver a la oficina de nueve a seis. Serán aquellas que sepan implementar políticas de trabajo híbrido, donde cada colaborador pueda decidir, dentro de un marco flexible, cómo y desde dónde es más productivo.

Primero, es esencial que las empresas inviertan en tecnologías que realmente mejoren la experiencia del trabajo remoto. La inteligencia artificial puede, por ejemplo, ayudar a automatizar tareas rutinarias, permitiendo que los empleados se concentren en actividades más estratégicas. Además, las plataformas de gestión de proyectos son herramientas cruciales para mantener a los equipos alineados, sin importar dónde se encuentren.

Segundo, las empresas deben desarrollar estrategias para combatir el agotamiento digital. Establecer límites claros sobre el tiempo de trabajo y las expectativas de disponibilidad es crucial. Algunas organizaciones ya están imponiendo “días sin reuniones” o fomentando pausas obligatorias para garantizar que sus empleados no estén encadenados a la pantalla todo el día.

Tercero, no podemos olvidarnos del bienestar físico y emocional. Los programas de bienestar laboral deben evolucionar para incluir a quienes trabajan desde casa. Algunas empresas ofrecen subsidios para equipos de oficina, acceso a terapeutas online y clases de meditación virtual. Así es como se construye una cultura corporativa que cuida a sus empleados, sin importar dónde estén.

Por último, pero no menos importante, el liderazgo tiene que evolucionar. El jefe controlador que quiere saber qué está haciendo cada empleado a cada minuto mientras están sentados al otro lado del pasillo no tiene lugar en este nuevo paradigma. Los líderes exitosos serán aquellos que confíen en sus equipos, establezcan metas claras y midan el éxito en función de los resultados, no del tiempo que pasan "conectados".

Al final del día, lo más emocionante de esta transformación es que apenas estamos rascando la superficie. La tecnología sigue avanzando, y pronto veremos cómo la realidad aumentada permitirá reuniones inmersivas o cómo la inteligencia artificial podrá gestionar nuestras agendas de manera aún más eficiente. La pregunta que debemos hacernos ahora no es si el trabajo remoto se quedará, sino cómo evolucionará y cómo podemos aprovecharla para ser más eficientes y productivos. Y lo que es más importante, ¿cómo te adaptas tú? 

Si tu empresa sigue aferrada a los viejos paradigmas, es probable que se quede atrás. Porque el futuro no espera y es mejor estar preparado para surfear la ola que dejarse arrastrar por esta.

Así que, bienvenidos al futuro del trabajo, porque está claro que la tecnología seguirá moldeando cómo y dónde trabajamos. Y lo mejor de todo es que la oficina, esa jaula de cristal y papel, es ya cosa del pasado. Ahora tu oficina puede ser una cabaña en las montañas, una casa en la playa o tu café favorito en la ciudad.

 

Estrella Vázquez es consultora especializada en la gestión de talento y capital humano, fundadora y directora general de Time2Grow, una alianza de servicios integrales conformada por las empresas mexicanas: Factor RH, Time2Business (T2B) y Skills2Work (S2W).