La apertura comercial con Estados Unidos y Canadá ha sido pieza clave para impulsar el crecimiento y desarrollo del sector agroalimentario mexicano. A raíz del TLCAN, ahora T-MEC, la región se ha consolidado como una de las más dinámicas y complementarias del mundo, con un mercado de 493 millones de personas.
Las tres naciones han fomentado el libre comercio para productos agrícolas originarios, con igualdad de condiciones ante disputas comerciales y mecanismos de consultas, lo que ha dado una importante fuerza regional a Norteamérica.
Las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, de pausar relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá y los antecedentes que motivaron esta situación, así como reacciones de los diplomáticos, deben tener un contexto a favor de la cordialidad.
La relación comercial entre los tres países, así como la cooperación técnica-científica, deben estar ajenas a cualquier diferencia política. El propio López Obrador ha señalado la buena relación que existe entre los pueblos.
Tan sólo el comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos superó el año pasado los 69 mil millones de dólares, donde las exportaciones nacionales totalizaron 42 mil 630 millones de dólares, encabezadas por la cerveza, tequila, berries, tomate, aguacate y carne de bovino, principalmente.
A Canadá vendemos más de dos mil 800 millones de dólares, con las berries, pimiento, aguacate, tomate y tequila, a la cabeza.
Así, este mercado está llamado a seguir creciendo, de manera integral y complementaria, dada la diferencia entre los sistemas agroalimentarios de los tres países y convertirse en un bloque competitivo y capaz de abastecer las necesidades alimenticias del mundo, en especial de granos, productos lácteos y hortalizas.
Cuidan productores los recursos agua y suelo.
Le presento un dato de interés: México ya cuenta con más de 700 mil productores capacitados en el manejo responsable de polinizadores y de los recursos agua y suelo, de cara a las afectaciones del cambio climático.
Lo anterior se dio a conocer durante el cierre de actividades del tercer Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA), organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Ahí, el titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que en la presente administración, por primera vez se le dio realce al recurso suelo en la actividad agrícola y se instrumentaron programas y estrategias, con una visión de productividad, sustentabilidad e inclusión.
Destacó que la política pública de la Secretaría retomó el principio e importancia del elemento suelo en la actividad agrícola, con la instrumentación de acciones como la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASAS) y la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentables de los Polinizadores (ENCUSP), así como el Plan Estratégico de Cambio Climático del Sector Agroalimentario (PLECCA) con la aplicación de medidas de adaptación en la agricultura.
POR MARIANA OTERO BRIZ
COLABORADORA
@BRIZCOCHO
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