COLUMNA INVITADA

Adiós Andrés, Bienvenida Claudia

El 1º de octubre, Claudia Sheinbaum tomará protesta como la primera Presidenta de México. Se ha dicho y escrito muchas veces que será un hecho histórico

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El 1º de octubre, Claudia Sheinbaum tomará protesta como la primera Presidenta de México. Se ha dicho y escrito muchas veces que será un hecho histórico, que marcará un antes y un después. El “antes” ya lo sabemos, lo interesante es indagar en el “después”.

Sus mensajes en el Congreso de la Unión y en el Zócalo serán importantes; materia prima para los titulares y notas de los medios de comunicación y redes sociales. Los ojos de la opinión pública nacional y de buena parte de la internacional estarán atentos a la forma y al fondo de estos mensajes, incluidas las crónicas irónicas y las notas de color. Sin embargo, más que las palabras, hay que estar atentos a los hechos.

Claudia Sheinbaum no tendrá luna de miel con la sociedad, ni periodo de gracia o etapa de transición de cien días. Iniciará su sexenio a tambor batiente. La decisión de aprobar, a matacaballo, las reformas constitucionales de López Obrador en materia del Poder Judicial y la Guardia Nacional, así como temas de la agenda, como el de los normalistas de Ayotzinapa, evaporaron el periodo de gracia del nuevo gobierno.

Sheinbaum asumirá el poder con gran legitimidad, legalidad y fuerza, pero no en el ambiente festivo, democrático y cordial de hace seis años. El 2 de octubre, o incluso desde la madrugada del 1º, sobre su escritorio en Palacio Nacional habrá una larga lista de pendientes. ¿Qué atenderá primero: lo urgente, lo importante o todo lo demás?

Están los expedientes de los damnificados de los huracanes Helene y John, en Quintana Roo y Guerrero; otra vez Acapulco es zona de desastre. Los combates entre Chapitos y Mayitos en las calles de Culiacán y otras partes de Sinaloa, cuyas muertes se acumulan día con día; la crisis migratoria en Chiapas; los efectos adversos de las reformas al Poder Judicial y a la Guardia Nacional, que presionan al peso y a la llegada de capitales; las pausas con Estados Unidos y Canadá en el contexto de la renegociación del T-MEC y el pleito con España.

Está el paquete económico y el presupuesto del próximo año, porque sin dinero, ninguno de los programas del nuevo gobierno despegará. La conflictiva relación con los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, los proyectos pendientes, los programas consentidos y las promesas de campaña.

¿Con quién se sentará primero a trabajar la presidenta? Obviamente con su gabinete, con su equipo cercano. Después, con los hombres fuertes del Congreso, Ricardo Monreal y Adán Augusto López Hernández, para tratar el tema de las reformas y su aplicación; con los gobernadores, falta ver si con los de casa o con todos; y con embajadores y el cuerpo diplomático.

El 2 de octubre conoceremos el nuevo formato de las mañaneras y su agenda. Todo continúa a gran velocidad. Ojalá se de unos momentos para la reflexión.

Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO

@ONELORTIZ

MAAZ