ORBITANDO

Hezbolá está muy cerca

El grupo chiita Hezbolá, que se ubica en el Líbano, comenzó a lanzar ofensivas sobre Israel un día después del ataque de Hamás a los Kibutz judíos

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El grupo chiita Hezbolá, que se ubica en el Líbano, comenzó a lanzar ofensivas sobre Israel un día después del ataque de Hamás a los Kibutz judíos que colindan con la Franja de Gaza, el 8 de octubre de 2023. Hoy está a las puertas de una nueva guerra contra el enemigo que pretexto su creación en 1985. 

Hezbolá –cuyo nombre significa Partido de Dios– es uno de los más poderosos grupos paramilitares en el mundo y un partido político con mucha fuerza en el Congreso del Líbano. Ha sido dirigido por Hassan Nasrallah, a quien se le ve poco –según se dice– por temor a que Israel lo mate. 

Este grupo no es ajeno a América Latina: desde 1990 está documentada su presencia al abrigo de comunidades libanesas, fruto del éxodo que provocó la guerra civil en el Líbano entre 1975 y 1990, principalmente en la llamada Triple Frontera, que abarca territorio de Argentina, Brasil y Paraguay.

"Sería más fácil decir en qué países no tiene presencia, porque tiene una red bien establecida" en Latinoamérica, que abarca desde México hasta Chile, pasando por Guatemala y Costa Rica, dijo a Deutsche Welle Emanuele Ottolenghi, de la Foundation for Defense of Democracies.

En México, la existencia de esta organización chiita fue registrada por primera vez en 2001, cuando se detuvo a Mahmaoud Yousef Kourani, uno de sus operadores, tras haber metido a 300 libaneses indocumentados a Estados Unidos vía Tijuana.

Y en 2010, la detención por parte de la policía mexicana de Jamil Nasr fue documentada por el diario kuwaití Al Seyassah, que explicó cómo este libanés que residía en Tijuana, dirigía la operación de montar una célula de Hezbolá en la frontera y extenderla hacia América Central. Nasr solía viajar a Líbano y Venezuela, naciones donde este grupo opera libremente.

Hezbolá ha estado vinculado a numerosos ataques terroristas contra objetivos israelíes y judíos, como los ataques suicidas de 1992 al edificio de la embajada israelí en Argentina, en el que murieron 29 personas, o contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires en 1994, donde asesinaron a 85 personas.

La infraestructura financiera de Hezbolá en América Latina se sostiene con actividades como el narcotráfico y el lavado de dinero, con la incorporación de empresas fachadas y asociaciones comerciales con la que ocultan sus operaciones ilegales. Se habla de vínculos con cárteles de drogas, entre ellos los mexicanos, y con grupos paramilitares como las FARC.

Por ello resulta apremiante que en Latinoamérica y en todo el continente se implementen medidas para combatir la influencia y las actividades ilícitas de Hezbolá, y cerrarle la posibilidad de ataques terroristas en nuestra región y en todo el mundo.

Ahora, el panorama actual en Medio Oriente luce complicado después del ataque a los sistemas de comunicación de Hezbolá (bíper y walkie-talkie), que sirvió de pretexto para intensificar su ofensiva contra Israel, pero el saldo es de casi 600 muertos y más de 900 mil desplazados en el Líbano. Una venganza muy cara.

POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ

COLABORADOR

@PAPADEPONCHO

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