El primer día sin el poder. En su narrativa ficticia de la clase política mexicana, el novelista Luis Spota, describe en su libro El primer día, el inicio y fin de un sexenio, “Los retratos de la víspera, tan del gusto de Armandina, debieron haber sido arrancados en cuanto el Poder dejó de ser suyo…del primer minuto de ese día desapacible por el viento del huracán”
Reflexionó, “Ayer todavía estaban y los recordó, mientras volvía de Palacio a Los Arcos con su mujer …sin descubierta de motociclistas ni retaguardia de sedanes negros con guardaespaldas”.
El actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está por entregar la banda presidencial investidura, ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de retirarse a su propiedad al concluir su periodo presidencial, el pasado 22 de los corrientes, el primer mandatario ratificó su intención de radicar en su propiedad ubicada en Palenque, Chiapas y escribir un libro, “No quiero ser caudillo, jefe máximo, ni mucho menos cacique”.
Más aún, el inquilino de Palacio Nacional, ha manifestado tener “una enfermedad cardiaca y ya no puedo forzar más mi corazón”, a propósito de los anterior, citemos al escritor español, José Martínez Díaz, conocido como Azorín, escribe en el capítulo Elegir el retiro contenido en El Político, FCE 2012, los siguiente, “Si el tiempo o los achaques le hicieran inútil para la vida pública, sepa determinarse a la retirada. Y si la vida cortesana -que es la mejor vida-no le agradare o no le conviniere, sepa también elegir un lugar de retiro”.
¿Al entregar la banda presidencial el mandatario saliente a su sucesor o sucesora, cuál será su pensamiento? A propósito de lo anterior, el reportero Luis Gutiérrez, escribió en el diario unomásuno el 2 de diciembre de 1982, “…todavía flotaba en el recinto los últimos aplausos cuando el presidente del Congreso Mariano Piña Olaya, se volvió a su izquierda y lanzó una mirada expresiva a José López Portillo. Y López Portillo comprendió” … se llevó las dos manos al costado izquierdo y separó el broche de la banda tricolor con especial cuidado. Se la quitó y, doblada sobre sus manos se la extendió a Mariano Piña Olaya…tomó la banda tricolor como quien tiene entre los brazos a un bebé, se volvió a la derecha y se la ofreció a Miguel de la Madrid…Fue este el momento más silencioso…”.
Algunos jefes de gobierno han optado por abandonar el país al concluir su periodo presidencial; el general Porfirio Díaz, después de estar en el poder 30 años, abandona la silla presidencial al iniciar el movimiento revolucionario, se ve obligado a renunciar el 25 de mayo de 1911, por la noche la familia Díaz Romero se marchan con rumbo a Veracruz escoltados por Victoriano Huerta y el 31 de mayo abordan el barco Ypiranga rumbo a Inglaterra para finalizar su viaje en París.
Los últimos cuatro años de vida don Porfirio Díaz Morí los pasó en París, Francia, en la Avenida del Bosque número 28, donde falleció el 2 de julio de 1915, a los 89 años de edad.
POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS
COLABORADOR
MAAZ