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AMLO: trascendencia y poder

El lunes termina el sexenio que más ha marcado, para bien y para mal, al país en lo que va del siglo. Termina en el papel la era de Andrés Manuel López Obrador

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El lunes termina el sexenio que más ha marcado, para bien y para mal, al país en lo que va del siglo. Termina en el papel la era de Andrés Manuel López Obrador, pero en los hechos, su presencia seguirá por muchos años.  El martes 1 de octubre entraremos a la segunda temporada de la Cuarta Transformación con la asunción de Claudia Sheinbaum, quien también se convertirá en la líder moral del movimiento partidista que pulverizó a la oposición y su legado en menos de diez años. En este paso de batuta, es necesario observar los balances del presidente López Obrador y su herencia política, la cual está plagada de claroscuros.

Ni nos volvimos Dinamarca en materia de salud, ni se acabó la corrupción, ni se sacó a los militares de las calles y mucho menos mejoraron las condiciones de seguridad. Es importante concederle un crédito: aún a pesar de todo, una enorme parte de la población confía y seguirá confiando en él.

Es esta confianza la que ha permitido que, después de un periodo en el que se han cometido las más grandes equivocaciones en todos los sentidos, el Presidente salga como protagonista y con su aprobación casi intacta. El desgaste natural que todo movimiento tiene no es una característica del nuevo modelo político mexicano, en el que una vez más, la centralización del poder en una sola figura todopoderosa, es protagonista.

Estamos ante un escenario pocas veces visto y del que López Obrador seguramente está muy orgulloso; estamos en el proceso de ser nuevamente un Estado/Partido, en el que, por la fuerza y control de la narrativa, el oficialismo concede a la disidencia la misericordia para sobrevivir, o si no puede con ella, la aniquila; sino pregúntele al Poder Judicial. 2018 y 2024 pasarán a la historia como las presidencias de la República más poderosas de la historia moderna mexicana, sin dudarlo.

Es justo decirlo: más allá del incremento al salario mínimo, las becas, pensiones y demás apoyos sociales, es indudable el legado que después de seis años, ha traído Morena como movimiento social, dejándole un beneficio sustantivo a un importante grupo de la población que los ve como la única opción política que los representa.

El otro de los éxitos de López Obrador es haber desmantelado o dejar en planes de desmantelar todas las herencias y legados de los gobiernos del PRI y PAN en lo que van del siglo. Claudia Sheinbaum concretará muchos de esos planes. Queda la duda de cuánto AMLO podrá seguir jalando los hilos tras bambalinas o ideando escenarios que se convertirán en realidad a futuro. Al fin y al cabo, según Henry Kissinger, “el poder es el gran afrodisiaco”. ¿Cómo aprender a dejarlo?

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CONTRASEÑA: La ya de por sí tensa relación entre México y Estados Unidos se estiró más con la expropiación de los terrenos de Calica en Quintana Roo. Vulcan, su empresa madre, tiene vena republicana. ¿Cuánto se usará esa retórica en la campaña presidencial? ¿Qué pasará si vuelve a ganar Trump?

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ

COLABORADOR

@CARLOSZUP

MAAZ