El reciente asesinato de Dariana Gutiérrez, una joven de 20 años que trabajaba como conductora para la plataforma InDrive, expuso una vez más la cruda realidad de la inseguridad que golpea a San Luis Potosí bajo el gobierno de Ricardo Gallardo.
Dariana no sólo fue víctima de un acto criminal; también sufrió la negligencia institucional. Tras ser gravemente herida, solicitó ayuda, pero en lugar de recibir atención médica oportuna, fue llevada al penal de La Pila, donde le negaron el auxilio necesario para salvar su vida.
El hecho de que una joven, aún con vida, no haya recibido la atención médica requerida es una dura acusación contra las autoridades. ¿Cómo es posible que en un momento tan crítico se le negara la asistencia que podría haber marcado la diferencia entre la vida y la muerte?
Ante esta omisión, los conductores y repartidores de plataformas se volcaron a las calles en protesta, exigiendo justicia para Dariana.
Advirtieron que si no se encuentran a los responsables, las manifestaciones se radicalizarán. Sin embargo, este clamor de justicia va más allá de una protesta: es un grito colectivo de una comunidad que se siente vulnerable, desprotegida y olvidada. La muerte de Dariana es un reflejo de la fragilidad con la que viven miles de personas que cada día salen a trabajar bajo la sombra de la violencia y la indiferencia de las instituciones potosinas.
En medio de la indignación, la hermana de Dariana lanzó un duro mensaje al gobierno de Gallardo: “Dejen de estar matándonos”. El retrato del dolor y la desesperación de quienes han perdido la confianza en un sistema que les falla una y otra vez.
Enrique Galindo y sus fracasos
Y a propósito, en un panorama igual de desolador, el presidente municipal de San Luis Potosí, Enrique Galindo, llegará a su segundo mandato entre críticas por los resultados de su gestión. A pesar de haber sido reelegido el pasado 2 de junio, los temas pendientes en su administración son ineludibles, especialmente en lo que respecta al abastecimiento de agua y la inseguridad que sigue acechando a la capital potosina.
La escasez de agua es un problema que afecta a 151 colonias de la capital, sin que hasta ahora se haya realizado una inversión significativa en la red hidráulica en coordinación con el gobierno estatal para asegurar un servicio eficiente.
La presidenta estatal del PRI, Ma. Sara Rocha, quien incluso respaldó a Galindo en la contienda electoral, no dudó en exigirle mayor coordinación con los tres niveles de gobierno para garantizar un suministro de agua de calidad a la población.
Tanto en seguridad como en la provisión de servicios básicos, seguirán siendo un constante recordatorio de las promesas incumplidas, mientras la ciudadanía potosina enfrenta día a día los efectos de una gestión que, hasta ahora, ha dejado mucho que desear.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SOFIGARCIAMX
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