La cultura, historia y tradiciones mexicanas son un gran producto que internamente no hemos sabido explotar en su máxima expresión y que, además, es sumamente atractivo en el mundo deportivo y una puerta más para atraer disciplinas con una creciente afición. Basta ver lo hecho por la empresa más grande de combates de artes marciales mixtas, la Ultimate Fighting Championship (UFC), que recientemente celebró en el epicentro mundial de los espectáculos, Las Vegas, Estados Unidos, un evento donde se plasmó el pasado, presente y futuro de México como país, su cultura y tradición deportiva, este último como eje central de la narrativa de todo el espectáculo.
Anteriormente este espacio ya había hecho mención de que México ha emergido como un destino atractivo no solo para el turismo, sino también para eventos deportivos de gran magnitud. La creciente popularidad de disciplinas como los deportes de combate, particularmente la UFC, representa una oportunidad única para posicionar al país como un referente en América Latina. Un claro ejemplo de este fenómeno fue la referida “Noche UFC” en Las Vegas, que evidenció la pasión global por el deporte de combate y dejó en claro que México, con su sólida infraestructura, afición deportiva e incluso atletas mexicanos, está listo para capitalizar esta tendencia.
La llegada de eventos como la UFC a México podría desencadenar un impacto económico significativo. Tan sólo en este último evento de “Noche UFC” celebrado en la impresionante “Sphere” de Las Vegas, Nevada, el ingreso bruto fue de 22 millones de dólares sólo por concepto de entradas, según la propia UFC.
Esto se traduce en un aumento en la ocupación hotelera, el consumo en restaurantes, así como en la demanda de servicios adicionales relacionados con el turismo y el entretenimiento. A su vez, estos ingresos benefician tanto a las economías locales como a las arcas del gobierno a través de impuestos y otros gravámenes.
El efecto dominó de organizar un evento UFC en ciudades clave como Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara no se limitaría sólo al turismo. La exposición mediática internacional que conlleva albergar una competencia de esta envergadura es invaluable. Las retransmisiones en vivo, los reportajes en medios y la publicidad generada atraen a inversionistas y marcas globales que buscan asociarse con el mercado deportivo mexicano. Empresas como Grupo Modelo, Telcel o Banorte, que ya tienen un historial de patrocinio en eventos deportivos, estarían interesadas en ser parte de este tipo de actividades.
El deporte de combate, particularmente el boxeo y las artes marciales mixtas, tiene profundas raíces en la cultura mexicana. México ha sido cuna de grandes campeones del boxeo como Julio César Chávez y Saúl "Canelo" Álvarez, quienes no solo han llevado el nombre del país a lo más alto, sino que han generado una base de aficionados que trasciende generaciones. En el caso de la UFC, la organización ya cuenta con una legión de seguidores en México: se estima que más de 10 millones de personas son fanáticos activos de los deportes de combate, lo que convierte al país en un mercado atractivo para futuras ediciones de sus eventos, además de una creciente camada de peleadores mexicanos o de ascendencia mexicana.
A lo largo de los años, hemos visto la participación de peleadores mexicanos como Yair Rodríguez, Brandon Moreno y Alexa Grasso en la UFC, quienes han dejado en alto el nombre del país en el ámbito internacional. En particular, Brandon Moreno se ha convertido en un referente tras convertirse en el primer mexicano en ganar un campeonato de UFC, lo que ha disparado la popularidad del deporte en territorio nacional. Su éxito no solo es motivo de orgullo, sino evidencia que México tiene capacidad para convertirse en una potencia en este deporte.
La infraestructura deportiva en México es una de las más avanzadas en América Latina, con recintos de primer nivel que pueden albergar eventos de gran envergadura. Estadios como el Azteca, con capacidad para más de 87,000 espectadores, el Estadio Olímpico Universitario, con espacio para más de 72,000, y el BBVA, en donde caben más de 50,000 personas, son ejemplos claros de que el país es idóneo para recibir eventos de talla internacional. Estos recintos ya han sido sede de importantes eventos deportivos como finales de la Copa del Mundo de Fútbol, Juegos Olímpicos y eventos de renombre mundial.
Además de la infraestructura, México cuenta con una vasta experiencia organizativa. Eventos como la Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco, han demostrado la aptitud del país para coordinar eventos que atraen a miles de personas y generan importantes beneficios económicos. La clave para el éxito de estos eventos ha sido la estrecha colaboración entre el sector público, los empresarios y los organizadores deportivos.
El momento es propicio para que México aproveche su posición privilegiada y su vasta afición deportiva para consolidarse como un destino líder en el ámbito de los deportes de combate. El gobierno, junto con empresas privadas y organizadores deportivos, tiene la oportunidad de trabajar en conjunto para atraer al país eventos como la UFC. Las inversiones necesarias en promoción, infraestructura y seguridad no solo traerían beneficios económicos, sino que también fortalecerán la imagen de México a nivel internacional como un destino confiable y preparado para acoger eventos de alta categoría.
Personajes clave en este proceso podrían incluir a figuras como Carlos Slim Domit, quien ha sido un promotor activo del deporte a través de la Fórmula 1 y quien podría desempeñar un papel relevante en la atracción de nuevos eventos. Del lado del deporte, Brandon Moreno, con su creciente popularidad, podría convertirse en un embajador de la UFC en México, ayudando a consolidar la relación entre la organización y el país.
Más allá de los beneficios económicos, la llegada de eventos deportivos de esta magnitud a México tiene un valor simbólico importante. El deporte tiene la capacidad única de unir a las personas, de generar emociones y crear un sentido de identidad nacional. Imagina a miles de mexicanos reunidos en el Estadio Azteca, vibrando con la emoción de un evento UFC y alentando a sus compatriotas a la victoria. Este tipo de experiencias no solo fortalece el orgullo nacional, sino que también contribuye al bienestar social y a la cohesión comunitaria.
En este contexto, es importante destacar el papel clave de Dana White, presidente de la UFC, quien ha expresado en múltiples ocasiones su admiración por la cultura mexicana y su pasión por los deportes de combate. White ha elogiado el espíritu de lucha y la dedicación de los peleadores mexicanos, así como el fervor de los aficionados en el país. Además, eventos como "Noche UFC", que se han realizado con gran éxito, reflejan el potencial que tiene México para convertirse en un epicentro de las artes marciales mixtas a nivel mundial. Con White al frente de esta iniciativa, la posibilidad de que México se consolide como un destino clave para futuros eventos de UFC es más real que nunca y él mismo lo reconoció apenas terminaba la Noche UFC desde The Sphere en Las Vegas, Nevada.
La oportunidad está ahí, y la respuesta es un rotundo sí: México está preparado para recibir los grandes eventos deportivos del mundo.
Por: Diego "SAGO"
X: @ALMANAQUE_SAGO