MALOS MODOS

“Wise Guy. David Chase y Los Soprano”

Si hay tal cosa como un genio de la televisión, ese genio es David Chase. Gringo de Nueva York crecido en Nueva Jersey, con raíces italianas

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si hay tal cosa como un genio de la televisión, ese genio es David Chase. Gringo de Nueva York crecido en Nueva Jersey, con raíces italianas, formado en la Universidad de Nueva York, conocido por su ambición primigenia de convertirse en un cineasta “de arte”, tipo Godard o Fellini, acabó por revolucionar la tele con una serie, “Los Soprano”, que probablemente tenía el objetivo de convertirse en la versión semanal de “El Padrino”, y que en todo caso lo consiguió.

Consiguió eso, y unas cuantas cosas más. Estrenada hace 25 años, la historia en seis temporadas de la familia del título, que es la de un capo justamente de Jersey, Tony, logró, en efecto, romper con casi todo, desde la premisa de que cualquier producto televisivo debía ser protagonizado por un bueno-bueno, a riesgo de convertirse en un desastre de audiencia (Tony es un hombre malo y un prodigio de tonos de gris), hasta cualquier límite para la violencia, hasta el cliché de la mamma buena y dulce (la madre del capo es el mal encarnado), sin mencionar la idea de rodear al protagonista con personajes también contradictorios y complicados, pero, en general, repelentes, desde el sociópata de Christopher, hasta el mezquino de Paulie con esas uñas insoportablemente cuidadas, sin mencionar a los infames Ralph y Richie, sociópatas de peor calaña incluso.

Ese genio, justamente, es el protagonista de “Wise Guy”, la miniserie documental en dos episodios apenas estrenada por HBO, que es un viaje a las entrañas de la serie original. De una famosa timidez, reacio a los reflectores, cáustico, parco, Chase concede una larga entrevista que es el centro de “Wise Guy”, y que se complementa con otras a los actores –Edie Falco, Lorraine Bracco, Michael Imperioli, el entrañable Steven Van Zandt, aquí en su atuendo de estrella de la banda de Springsteen, no el de de gángster–, más otras cuantas a los guionistas y los productores y, en un brillante trabajo de edición, con fragmentos muy bien elegidos de la serie.

Desde luego, el desmenuzamiento de “Los Soprano” conseguido en “Wise Guy” es mucho más que un ejercicio de crítica o nostalgia televisiva. La serie de Chase se convirtió, más allá de su éxito brutal de rating, en una especie de fenómeno de culto como solo se había visto en el cine y, por supuesto, en un punto y aparte en la historia de la TV y de la cultura digamos popular.

Ese fenómeno que hoy son las series, convertidas en nuestras compañeras del diario y muchas veces, al mismo tiempo, en verdaderos objetos artísticos, empezó con Chase, entre otras cosas porque desde su irrupción cobraron un poder que no conocían, ni de lejos, los escritores, hasta entonces poco más que mano de obra especializada al servicio de la producción y la dirección. No se la pierdan. Da para un buen rato de fin de semana.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ