Uno de los pendientes más importantes que deberá atender Rommel Pacheco cuando asuma como director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) será decidir qué pasará con la nueva federación mexicana de tiro con arco, conocida como World Archery México, organismo que fue creado con la complacencia y complicidad de Ana Guevara, quien operó de manera siniestra para despojar de sus derechos a los afiliados de la Federación Mexicana de Tiro con Arco, conocida como Femeta, para apoderarse de esta disciplina .
El presidente de la mencionada World Archery México es, nada menos que, Gabriel Ramos, el empresario consentido del sexenio guevarista, quien se benefició con cientos de millones de pesos para operar decenas de eventos internacionales en nuestro país.
Descaradamente, Ana Guevara le asignó contratos, justamente, para que su empresa Moveo Lab realizará distintas fechas de la Copa del Mundo de tiro con arco, pero también Campeonatos Mundiales de Voleibol de Playa y hasta el Preolímpico 2024, y otras tantas competencias de beisbol.
Muchos de esos eventos se llevaron a cabo en dos estados: Tlaxcala y Sonora, curiosamente, los lugares donde nacieron Ramos y Guevara, quienes trabajaron con un esquema perverso para intentar ocultar sus triquiñuelas.
Tan simple como que la Conade firma un convenio de colaboración para asignarle los recursos federales a un estado y después este, en contubernio con las partes, contrata a Ramos para realizarlos.
Bajo esta misma estructura se llevaron a cabo también los Juegos Nacionales Conade, antes conocidos como la Olimpiada Nacional.
Pese a que ha sido un negocio sumamente rentable, las partes encontraron otra manera de seguir obteniendo más recursos públicos.
A nadie escapa el viejo esquema de corrupción con el que opera el deporte mexicano.
La Conade le asigna millones de pesos a una federación —sobre todo a aquella donde el presidente es un amigo que se presta para los actos truculentos—, la federación infla los precios de los servicios que presta —o que simula prestar— y las ganancias se las dividen.
De ahí la importancia de desaparecer de un plumazo a la Federación Mexicana de Tiro con Arco, y crear a modo la World Archery México con el empresario consentido del sexenio de Ana Guevara.
Sin embargo, sus deseos de poder se nublaron, pues pensaron que la presidenta del Comité Olímpico Mexicano (COM), María José Alcalá, reconocería, de buenas a primeras, a Gabriel Ramos y a la World Archery Mexico, requisito indispensable para que pueda funcionar como lo marca la Ley General de Cultura Física y Deporte.
En su torpeza intelectual, el empresario Ramos intentó persuadir a Alcalá de que estaba enemistado con Guevara, y que la nueva federación era un proyecto suyo para salvar el tiro con arco. Ja.
Lo único que lo sostiene es Guevara, quien en una semana ya se va, concluirá la pesadilla de su sexenio y comenzará el de Rommel, quien deberá decidir si le restituye sus derechos a la Femeta o continúa con la necedad de respaldar a ese bodrio llamado World Archery México.
POR BEATRIZ PEREYRA
COLABORADORA
@BEATRIZPEREYRA
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