TIERRA DE NEGOCIOS

Fusión de Segalmex y Diconsa puede ser motor del campo

Luego de años de irregularidades y varios escándalos de corrupción en ambas dependencias, con este nuevo esquema se podría limpiar la imagen institucional

OPINIÓN

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Mariana Otero-Briz / Tierra de Negocios / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El reciente anuncio de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum sobre la fusión de Segalmex y Diconsa en una nueva entidad denominada "Alimentación para el Bienestar" marca un punto de inflexión en la estrategia para revitalizar el campo.

Luego de años de irregularidades y varios escándalos de corrupción en ambas dependencias, con este nuevo esquema se podría limpiar la imagen institucional, y mejorar las condiciones de los pequeños productores, quienes son la columna vertebral de la producción agroalimentaria nacional.

La creación de "Alimentación para el Bienestar" llega en un momento crítico para el campo mexicano, que enfrenta múltiples desafíos, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), más del 80 por ciento de los productores del campo en México son pequeños agricultores, muchos de los cuales dependen de instituciones como Segalmex y Diconsa para acceder a mercados y obtener precios justos por sus productos.

Sin embargo, las constantes denuncias de corrupción y mala gestión en ambas dependencias han generado desconfianza y afectado la eficiencia de sus operaciones.

La fusión de estas instituciones en un solo organismo con una estructura más transparente y eficiente ofrece una oportunidad invaluable para corregir el rumbo y brindar un mayor apoyo a los pequeños productores, pues permitirá optimizar recursos, reducir la burocracia y, lo más importante, enfocarse en necesidades como precios justos, acceso a insumos y distribución equitativa de productos agroalimentarios.

Uno de los principales beneficios de esta fusión es el fortalecimiento de la red de distribución a través de Diconsa, que cuenta con más de 27 mil tiendas comunitarias en todo el país.

Estas tiendas son un punto crucial de acceso a alimentos básicos para millones de mexicanos en zonas rurales, pero también representan una plataforma para que los pequeños productores puedan colocar sus productos sin intermediarios que limiten sus ganancias.

En este sentido, la nueva estrategia de "Alimentación para el Bienestar" no solo mejorará el acceso a alimentos para las comunidades más vulnerables, sino que también impulsará la producción local, brindando a los pequeños agricultores una mayor participación en el mercado.

Además, se prevé que se implementen programas de capacitación y acceso a financiamiento que permitirán a estos productores modernizar sus técnicas de cultivo y hacer frente a los desafíos que plantea el cambio climático, como la sequía y la degradación del suelo.

Uno de los mayores retos será asegurar la transparencia y el buen uso de los recursos públicos, pues al tomar en cuenta que los escándalos recientes que involucraron a Segalmex y Diconsa, que según informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) desviaron miles de millones de pesos (hoy sabemos que el quebranto documentado asciende a 2,700 millones de pesos) dejaron una mancha profunda en la confianza de los ciudadanos.

No obstante, la fusión de ambas dependencias se plantea como una solución para mejorar la supervisión y reducir las prácticas corruptas que afectaron a ambas instituciones.

Claudia Sheinbaum ha prometido que la nueva estructura contará con mecanismos de transparencia más estrictos y auditorías constantes para asegurar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan: los productores del campo y las familias rurales.

Este cambio de enfoque es esencial para recuperar la confianza pública y garantizar que las políticas agroalimentarias realmente cumplan con su objetivo de mejorar las condiciones de vida en el medio rural.

Más allá de los beneficios directos para los pequeños productores, "Alimentación para el Bienestar" también tiene el potencial de ser un motor de crecimiento para el sector agroalimentario en general. México es el onceavo productor agroalimentario más grande del mundo y uno de los principales exportadores de productos como aguacate, tomate y berries. Sin embargo, la agricultura nacional aún enfrenta serias limitaciones en términos de infraestructura, acceso a mercados internacionales y modernización tecnológica.

El nuevo organismo no solo facilitará la comercialización de productos dentro del país, sino que también abrirá puertas para que los pequeños productores accedan a mercados globales. Esto es clave, ya que el valor de las exportaciones agroalimentarias de México superaron los 50 mil millones de dólares en 2023, y este crecimiento puede acelerarse si se integra de manera efectiva a los pequeños productores en las cadenas de valor internacionales.

El reto, sin embargo, no es menor. La corrupción y la mala gestión son problemas profundamente arraigados que requerirán un enfoque implacable para ser erradicados. Pero si se logra implementar de manera efectiva, "Alimentación para el Bienestar" podría convertirse en un referente de cómo las políticas públicas pueden empoderar a los pequeños productores, mejorar la seguridad alimentaria y hacer del campo mexicano un motor de desarrollo económico.

POR MARIANA OTERO BRIZ

COLABORADORA

@BRIZCOCHO

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