El senador Daniel Barreda por fin dio la cara, aunque de manera apresurada, nerviosa y en solitario. Su vuelta a escena no despejó dudas, al contrario. Las alimentó.
En un breve mensaje, el pasado miércoles leyó ante la prensa la explicación de por qué no asistió a la sesión clave en la que se votó la reforma al Poder Judicial. Su voto era decisivo; su ausencia lo fue.
Barreda demoró una semana en aparecer y explicar dónde estuvo el día que debía presentarse a una sesión que resultó en el aniquilamiento del Poder Judicial. Si le ocurrió lo que asegura, ¿para qué leerlo? ¿Lo dicho es la realidad o una construcción de hechos que no sucedieron?
“El día 10 de septiembre recibí una llamada telefónica de mi madre en la madrugada donde me decía que mi padre había sido llevado a una comparecencia judicial en la ciudad de Campeche. Inmediatamente tomé el primer vuelo, que fue alrededor de las seis de la mañana a la ciudad de Mérida, y posteriormente me trasladé a la ciudad de Campeche”, contó.
¿Se fue en el día clave sin avisar a nadie en su partido?
Barreda dijo que a las 10:30 horas llegó al lugar donde también estaba el diputado Paul Arce: la sala de Juicios Orales de Campeche, donde estaba retenido su padre.
“Durante casi 12 horas estuve incomunicado y bajo la condición de que si me retiraba del lugar procesarían a mi padre. Durante todo este tiempo no me fue posible hablar con ningún senador o senadora de mi grupo parlamentario ni de otro grupo parlamentario”, afirmó.
¿De plano no podía ni ir al baño? ¿Una llamada? ¿Ir a la puerta? ¿No pudo decirle a alguien que avisara de su paradero?
Si lo que dice es cierto, estuvo privado de la libertad ilegalmente. ¿Ya presentó la denuncia por secuestro? ¿Por amenazas? ¿Quién le impidió retirarse del lugar? ¿Por qué no lo dice? ¿O es mentira?
“Después de pasar ese tiempo (12 horas) nos dejaron salir alrededor de las diez de la noche, una vez que el Senado de la República estaba a punto de concluir la votación en lo particular”, relató.
Vaya coincidencia. Tan extraña como su desaparición aquel día, y su nerviosismo evidente al leer la “aclaración” sin aceptar preguntas de reporteros.
Si lo que afirma Barreda es cierto, ¿por qué no lo dijo la misma noche de los hechos o la mañana siguiente? ¿Por qué esperó una semana? ¿Es confiable?
El senador forma parte del grupo político perseguido por la gobernadora Layda Sansores. De hecho, es senador de rebote, y no tiene suplente, porque él era el suplente de Eliseo Fernández, a quien bajaron seis días antes de la elección por ser prófugo de la justicia.
¿Negoció que no lo persiguieran? ¿Lo doblaron? ¿Fue a esconderse para no votar? ¿Estuvo tan incomunicado que no pudo ni siquiera hacer una llamada y aclarar dónde se encontraba? ¿O pactó su ausencia para que Morena y aliados alcanzaran la mayoría calificada? Nada se mueve en MC si Dante Delgado no lo sabe. ¿Fue esta la excepción? ¿O estuvo enterado de todo?
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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