POLÍTICA Y DIPLOMACIA SOSTENIBLE

¿Para México, qué significaría la presidenta Kamala Harris?

Si Kamala llega a la presidencia, será la primera vez en la historia que dos mujeres con visión progresista encabecen los gobiernos de México y Estados Unidos. Un verdadero hito histórico. Podría surgir sinergias que hasta ahora no han ocurrido

OPINIÓN

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Miguel Ruiz Cabañas / Política y Diplomacia Sostenible / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Faltan solamente 65 días para las elecciones del 5 de noviembre próximo en Estados Unidos. Pasarán volando. Ese día sabremos quién encabezará el próximo gobierno federal en ese país. Es un tema de importancia global dado el papel que desempeña la Superpotencia en el mundo. Y es crucial para México, por los vínculos tan profundos que nos unen con nuestro vecino del norte. 

No soy injerencista, pero estoy entre quienes se congratulan del hecho de que la vicepresidenta Kamala Harris y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, hayan sido electos por el Partido Demócrata como sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia de su país.

Kamala es la primera mujer negra, hija de inmigrantes de Jamaica y la India, que se convierte en candidata a la presidencia con posibilidades reales de triunfo. El gobernador Walz es un profesor de corazón, la profesión más positiva y trascendente en cualquier sociedad. Ambos tienen un perfil progresista, favorables a la justicia y la inclusión social, y la sostenibilidad ambiental. 

Con la candidatura de Harris revivió el partido demócrata. Después de varios meses en que la mayor parte de los observadores consideraban que el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca era inevitable, el retiro de Biden y la elección de Kamala como su reemplazo devolvió la esperanza de que el candidato republicano sea nuevamente derrotado en noviembre. Hay tiro.

Las candidaturas de Harris y Walz son una buena noticia para Estados Unidos. Dan esperanza de que la democracia sobrevivirá en su país y, por ende, se fortalecerá en el planeta. Si gana, Kamala inspirará las luchas de las mujeres en todas las latitudes hacia la igualdad. 

Pero, como mexicanos, debemos preguntarnos qué representan Kamala y Tim para México. Más allá de las buenas formas, alejadas del discurso racista antimexicano, que no es poca cosa, ¿qué podríamos esperar de una administración Harris/Walz al frente del gobierno de Estados Unidos? Porque, una cosa es segura: los retos y oportunidades que enfrenta la relación bilateral continuarán e incluso se acrecentarán. 

Los factores estructurales que unen cada día más a nuestras economías (el comercio, las inversiones, las remesas) van a seguir. También persistirán los enormes retos compartidos, como la seguridad de América del Norte, la recuperación del territorio perdido frente a las organizaciones criminales, la administración de la frontera común, los flujos migratorios regionales, y la distribución del agua en las zonas fronterizas. 

Más de doce millones de mexicanos, nacidos en México, y otros veintiséis millones descendientes de mexicanos, seguirán viviendo allá. Otros se sumarán en los próximos años. La competencia hegemónica entre China y Estados Unidos se va a agudizar, y nuestro país, ubicado en América del Norte, seguirá siendo parte de su confrontación, aunque tratemos de quitarnos. 

Si Kamala llega a la presidencia, será la primera vez en la historia que dos mujeres con visión progresista encabecen los gobiernos de México y Estados Unidos. Un verdadero hito histórico. Podría surgir sinergias que hasta ahora no han ocurrido. 

¿Pero, qué piensa Kamala de México? Bien a bien, no lo sabemos. Quizá no tiene un pensamiento muy desarrollado respecto de nuestro país. Al menos en público no ha ido más allá de generalidades, como la importancia de mantener una relación sólida y colaborativa entre los dos países.

En su visita a México en 2022 enfatizó la necesidad de trabajar juntos en temas como migración, desarrollo económico, seguridad, y derechos humanos, para crear condiciones que disminuyan la migración irregular. También anunció inversiones de cuatro mil millones de dólares, principalmente provenientes del sector privado, para los países centroamericanos. No queda claro hasta dónde se cumplió dicho plan. 

Lo que sí sabemos es que, según las cifras oficiales del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security), durante los últimos cuatro años Estados Unidos ha expulsado a alrededor de 3.5 millones de migrantes sin documentos. https://www.dhs.gov/ 

Es de esperarse que una Administración encabezada por Kamala Harris continuará y fortalecerá los programas de deportaciones de migrantes indocumentados, aunque lo haría sin discursos de odio y medidas violatorias de sus derechos humanos.

Harris ha abordado en varias ocasiones los temas del narcotráfico y corrupción en México, tanto como vicepresidenta, como senadora y fiscal general de California. Siempre lo ha hecho de forma positiva, para promover la cooperación bilateral. Conoce a México y a funcionarios mexicanos, algunos de los cuales formarán parte del gobierno de Claudia Sheinbaum. 

Como Senadora, votó en contra del T-MEC, argumentando preocupaciones sobre temas laborales y ambientales. Si gana las elecciones se puede esperar continuidad, aunque con ajustes, en muchas de las políticas de Biden. Pero, sin duda lo más importante, qué postura adoptaría en la revisión del T-MEC, en 2026.

¿Qué diría una hipotética presidenta Kamala de la reforma al poder judicial, si ésta es aprobada, y sobre la desaparición de los organismos autónomos que fueron creados para que México cumpliera con el TLCAN/TMEC?

POR MIGUEL RUIZ CABAÑAS ES PROFESOR EN EL TEC DE MONTERREY Y DIPLOMÁTICO DE CARRERA
@MIGUELRCABANAS 

MIGUEL.RUIZCABANAS@TEC.MX   

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