PERISCOPIO

La importancia de llamarse Andrés

López Obrador envió un mensaje contundente a las familias del morenismo, para hacerles saber que su partido no lo heredará a cualquiera

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Como al inicio de la película animada El Rey León, donde Mufasa presenta ante la fauna de la sabana africana a Simba, heredero de su reino, el saliente presidente Andrés López Obrador introdujo públicamente a su segundo hijo, Andrés López Beltrán, a la política partidista, que conduce a la ruta para hacerse de un cargo de elección popular.

Desde el púlpito mañanero, el pasado 9 de septiembre, el mandatario apadrinó el debut oficial de Andy —como lo conocen sus allegados— en la cúpula de Morena: “él va a participar en Morena, quiere ayudar a consolidar Morena. No voy yo a influir en nada, pero él sí quiere participar en Morena”.

Esa presentación fue un contundente mensaje de López Obrador a las familias del morenismo (Monreales, Ebrards, Alcaldes, Batres, Godoys, etc.) para hacerles saber que su partido, que él construyó desde cero y convirtió en la maquinaria electoral más eficiente de lo que va del siglo XXI, no lo heredará a cualquiera.

Sobre todo ahora que ya se consumó la reforma judicial, con lo que el dueño de ese maquinón electoral llamado Morena, podrá poner y quitar, a discreción, candidatos y funcionarios del poder Ejecutivo, a diputados y senadores del Legislativo, y a ministros, magistrados y jueces del Judicial.

Más aún: con el ingreso oficial de López Beltrán a la cúpula del partido de su padre, éste se garantiza a sí mismo la continuidad de su linaje en la política mexicana. Linaje que los más radicales de Morena respaldarán y arroparán como si se tratase de una dinastía faraónica. Así, este domingo, Andy, tabasqueño y politólogo por la UNAM como su padre, será ungido como secretario general de organización, en el Congreso Nacional Extraordinario del partido, en el cual también se designará a Luisa María Alcalde como presidenta nacional.

Cargo no menor para el hijo de AMLO, pues desde esa cartera tendrá control e influencia sobre las bases del partido, el padrón de militantes y electores, la creación de comités de defensa y, por supuesto, la definición de candidaturas.  

Y no se trata de ningún novato, porque mínimo desde 2006, López Beltrán ha estado involucrado en la grilla. Coordinó movilizaciones, marchas y plantones; armó estrategias electorales en las presidenciales de 2018 y 2024, y en las intermedias de 2015 y 2021. Además, tejió toda una red de colaboradores, negociazos y poder, dentro y fuera del gobierno de su padre

Por eso, no debe tomarse como simple ocurrencia el fervor con el que Félix Salgado Macedonio postuló de una vez a Andy López como aspirante a la candidatura presidencial de Morena para 2030. Y sí, por su padre, su apellido y su sangre, Andy se mete desde ya con ventaja en esa competencia frente a los que creen que se las debe el partido patrimonio de los López.

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EN EL VISOR: Muy aplaudido entre un sector de la oposición resultó el expresidente Ernesto Zedillo por sus críticas a la reforma judicial. Chido por él, pero más allá de que se cura en salud, su perorata sobre la defensa del Estado de Derecho la suelta con 24 años de retraso. 

POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN 

RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM          

@R_SANCHEZP 

MAAZ