La administración de Andrés Manuel López Obrador transformó la realidad laboral de México de maneras que muchos expertos y críticos nunca habrían imaginado. Con políticas audaces y reformas significativas, AMLO no sólo prometió mejorar las condiciones laborales: entregó resultados históricos y concretos que están redefiniendo lo que significa trabajar en México.
Desde el comienzo de su mandato, López Obrador se propuso revertir décadas de estancamiento en el salario mínimo. Su gobierno logró un aumento histórico, elevando el salario de 88 a 249 pesos diarios. Este incremento del 116% no sólo ha sido un soplo de aire fresco para millones de trabajadores, sino que también ha jugado un papel crucial en la reducción de la pobreza, sacando a más de 4.1 millones de personas de la pobreza laboral.
Impulsó la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, la Reforma Laboral de 2019 y la ratificación del T-MEC con su capítulo laboral en 2020. Para democratizar a los sindicatos, asegurando elecciones libres y directas para los líderes sindicales y promoviendo contratos colectivos transparentes, lo cual ha sido un cambio fundamental hacia una mayor equidad laboral.
Por si esto fuera poco, en este sexenio también se aprobó:
• Reforma de la Subcontratación
• Protección del Empleo Juvenil
• Fondo de Pensiones para el Bienestar
• La reforma para el teletrabajo
• El reconocimiento a las trabajadoras del hogar.
• La capacitación para las y los trabajadores.
• La ampliación de los días de vacaciones.
• Y próximamente el salario mínimo en la Constitución.
Así, México ha logrado lo que nunca antes en su historia, la tasa de desempleo más baja entre los países de la OCDE, con un impresionante 2.7%, una cifra que destaca la fortaleza de las políticas económicas y laborales de AMLO. Además, la tasa de pobreza laboral alcanzó su punto más bajo con un 35.8%, reflejando mejoras en los ingresos y condiciones de vida de los trabajadores.
Más que un periodo de cambios, su administración ha sido un cambio de época para el trabajador mexicano. La próxima administración heredará no sólo un conjunto de reformas laborales, sino un nuevo paradigma en el que la justicia laboral, la equidad y la democracia sindical son piedras angulares de la política laboral.
Esta era de progreso y justicia es un recordatorio potente de cómo el liderazgo comprometido puede transformar la realidad de millones. Lo que será un legado difícil de igualar y que seguirá impactando la vida de los trabajadores mexicanos por generaciones.
En la CATEM siempre recordaremos su legado y lo haremos valer todos y cada uno de los días.
Gracias por todo y por tanto Presidente
¡Hasta pronto!
POR PEDRO HACES BARBA
DIPUTADO FEDERAL Y SECRETARIO GENERAL DE LA CATEM
MAAZ