DEFINICIONES

Judas en el Senado

Ahora le queda solo el descrédito y la deshonra de mentir y acobardarse. Yunes Márquez se dobló y no resisitió

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Al momento de escribir estas líneas, Miguel Yunes Márquez estaba a punto de cometer suicidio político frente a millones de mexicanos.

El senador se dobló y no resistió, se desdijo de sus palabras y con un inconfesable acuerdo con la 4T —que abarca a su familia— ayudó a Morena y aliados a construir la mayoría calificada. Ha quedado manchado de por vida. No solo él: su apellido.

Yunes fue presionado por el coordinador de Morena, Adán Augusto López, y tomó la decisión de pedir licencia por “problemas de salud” a su escaño para que su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, asumiera como su suplente, lo justificara y defendiera. Horas más tarde, súbitamente se recuperó y apareció, para dar el neurálgico voto que el oficialismo necesitaba para aprobar la reforma al Poder Judicial.

La 4T tenía 85 votos. Le faltaba uno. Yunes lo entregó. Él le dio el “regalo” de despedida al presidente López Obrador. Curioso caso en que una de las familias más confrontadas con AMLO lo despide con semejante presente. A Yunes Linares quizá no le importe demasiado, pues tiene más pasado que futuro, pero para Yunes Márquez quizá faltó ponderación, no solo porque es un político joven, sino por el descrédito que heredará a los suyos.

Si los 43 senadores hubieran resistido unidos, la reforma no se habría aprobado, pero todos sabían desde el fin de semana que había un traidor. El Judas en la votación fue veracruzano. Los reflectores apuntaron incesantemente a la familia Yunes. Pudo ceder a la presión y a los amagos disfrazados de oferta —siempre se puede—, o mantenerse firme y convertirse en referente de la oposición; prefirió doblarse; se acobardó.

Pensará que las circunstancias actuales le garantizarán impunidad y tranquilidad. Quizá considere que la promesa de cerrar carpetas de investigación alcanza como pago y le apueste al olvido público. Pero ni siquiera en esa lógica hay verdad.

¿No saben los Yunes que la última instancia para declararlos culpables es un juez? ¿Que por mucho que una Fiscalía —la General o la Estatal— los investigue, es un juez el que libra órdenes de aprehensión y dicta sentencias? ¿No saben que por arriba de jueces hay magistrados y en última instancia estaría la SCJN?

Se dejaron amedrentar por quienes no les tienen consideración ni respeto. ¿En serio creerán que un acuerdo con Adán Augusto López, les garantiza inmunidad frente a Rocío Nahle? ¿Piensan que la gobernadora no los tocará en seis años? ¿Qué les dejará operar a sus anchas en Veracruz y les “respetará” sus territorios, Boca del Río y el Puerto? Más aún: ¿Consideran que pactar con Adán es hacerlo con la próxima presidenta Claudia Sheinbaum que, durante el pasado proceso interno de Morena, fue duramente atacada por el exsecretario de Gobernación en la búsqueda de la candidatura? ¿Son tan inocentes?

Nadie en la 4T los recibirá con globos y confeti. Y de la oposición han quedado apestados. A los Yunes la vergüenza no les importa demasiado. Tampoco el pudor. El decoro quizá nunca lo conocieron. Les queda solo el descrédito y la deshonra de mentir y acobardarse.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN    

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM                             

@MLOPEZSANMARTIN 

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