CUARTO DE GUERRA

Transición inédita de poder

Los periodos de transición entre un Presidente constitucional y un(a) Presidenta electa son fases terriblemente interesantes

OPINIÓN

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Gerardo Rodríguez / Cuarto de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente Andrés Manuel López Obrador no dejará un solo minuto de ejercer el poder que ganó en las urnas hace seis años. Tenemos también una presidenta electa que reconoce y respeta el capital que le hereda el personaje más importante de la historia contemporánea de México, probablemente desde Lázaro Cárdenas. Los períodos de transición entre un presidente constitucional y un(a) presidenta electa son fases terriblemente interesantes que marcan la fase final de su gobierno y cómo se escribirá la historia del que sale y del entrante por los cronistas del poder.

Por ejemplo, Enrique Peña Nieto desapareció de la escena política pública de manera inteligente para dejar tomar decisiones de gobierno y legislativas a su sucesor. Él entendió y pactó bien, punto.

La transición que vivimos es terriblemente atípica y estos meses pueden definir una era en la historia de México. Me explico.

AMLO no quiere ser un pato de ornato. Cuando en EU se tiene un presidente electo y uno en funciones, a este último se le llama “lame duck”, es decir una figura de decoración que no sirve para nada porque el futuro presidente ya toma decisiones de futuro. Hay presidentes que asumen esta posición con decoro y dejan a su sucesor tener los reflectores. En México esto no sucederá. Es inédito además que el presidente saliente tenga posiblemente una mayoría calificada con la que soñó no solo durante su sexenio sino toda su vida como político. 

Herencia constitucional. El presidente López Obrador muy probablemente dejará varias reformas constitucionales aprobadas a la doctora Claudia Sheinbaum que tendrán un impacto fundamental en el sistema de justicia y de seguridad. El sistema financiero internacional reaccionó negativamente a la judicial. La doctora Sheinbaum se comprometió con estas reformas y de ser necesario tendrá el poder político-legislativo para ajustarlas de ser necesario.

Cambio de mando militar. La primera Comandante Suprema de las Fuerzas Armadas no tendrá mayor problema con la transición del poder militar como no lo ha tenido ningún presidente de México desde la entrega del poder político de los militares a los civiles en 1946. La decisión de postergar hasta el final los nombramientos de los titulares de la Sedena y Semar abona a una transición ordenada también en estas instituciones.

El mensaje que recibió esta columna es que el perfil seleccionado para General y Almirante secretarios estará de acuerdo con el proyecto del equipo de seguridad de la futura presidenta.

Escenario internacional. La próxima presidenta tendrá en la Casa Blanca una contraparte sin precedente. Puede ser Donald Trump recargado contra México o Kamala Harris que tendrá que seguir lidiando con el problema global del fentanilo y la migración desordenada.

En este periodo de transición es fundamental la buena coordinación entre los equipos salientes de la canciller Alicia Bárcena y del próximo secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente. El eje para una transición ordenada y de Estado pasa necesariamente por el equipo profesional del Servicio Exterior Mexicano.

Agenda estratégica: El mundo está en un punto de inseguridad muy complicado por el asesinato del líder político de Hamas en territorio iraní. Irán amenaza con una respuesta contundente. EU e Israel en alerta máxima. 

POR: GERARDO RODRÍGUEZ 

GERARDO_RSL@YAHOO.COM             

@GERODRIGUEZSL 

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