COLUMNA INVITADA

¿Qué ocurre en Venezuela?

Una guerra de actas a nadie favorece y la mera sospecha de fraude tampoco basta para dar o quitar reconocimientos

OPINIÓN

·
Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Esa es la pregunta que es deseable hacernos. No nos equivoquemos, el análisis de ideas es también necesario, pero, en primer lugar, la verdad por delante si lo que queremos es poder entender, a fin de que cada uno decida lo que quiera.

La primera reflexión es que, lo que sucede en Venezuela no es una discusión honesta entre dictadura o democracia. La realidad es más obvia: Se trata de un enfrentamiento por los recursos de una nación inmensamente rica. Hoy en el mundo existen algo más de 32 dictaduras y otro tanto que son autocráticas, pero Venezuela, está siempre en la mira de los guardianes de la democracia mundial: El Tío Sam y la desprestigiada Unión Europea; mismos cruzados que, en realidad, son cómplices de regímenes dictatoriales y autoritarios en todos los continentes, como en Arabia Saudita. 

¿Hubo elecciones libres en Venezuela? ¿A quién creer? Es complicado saberlo y Nicolás Maduro, en su papel de “Tirano Banderas versión 2.0”, poco ayuda; la tragedia es que, el otro lado del espectro es pavoroso: El poder del capital también manipula el sufragio, porque el control de la riqueza facilita el control del poder. 

Las elecciones pueden ser más o menos libres, pero la expresión de la voluntad popular puede estar distorsionada por el dominio de los medios de comunicación o la manipulación de las redes sociales. Por esto es preciso que el Consejo Nacional Electoral publique el resultado final del 100% de los votos y acredite con suficiencia esos resultados. Una guerra de actas a nadie favorece y la mera sospecha de fraude tampoco basta para dar o quitar reconocimientos. 

Por otro lado, es evidente la situación social actual, con altos niveles de pobreza y desempleo, lo que explica que la emigración sea cercana al 25% de la población venezolana. El bloqueo de los Estados Unidos no es el único factor de este colapso económico y social, pero sí es el germen del programa de la oposición para buscar el derrocamiento del gobierno de Maduro. Si María Corina y Edmundo González toman el poder sin contar con el aval democrático, un régimen dictatorial será instaurado (tanto como la continuidad de Maduro sin la certeza electoral); y en ese ir y venir, lo que está en juego para la oposición es el realineamiento de Venezuela con los intereses de los gringos y la UE, acompañada de la privatización de PDVSA y la entrega de las mayores reservas de petróleo y litio a grandes corporaciones, con el encarcelamiento de dirigentes chavistas y la represión de organizaciones populares: Ojo por ojo.

En su final, Maduro recordará al viejo general Sáenz de la Barra, protagonista en El otoño del patriarca, diciendo: “qué carajo, si al fin y al cabo, cuando yo me muera volverán los políticos a repartirse esta vaina como en los tiempos de los godos, ya lo verán, ... se volverán a repartir todo entre los curas, los gringos y los ricos, y nada para los pobres, por supuesto, porque ésos estarán siempre tan jodidos que el día en que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo, ya lo verán...”.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ

@DIEGOLGPN 

EEZ