Transcurrida la primera mitad de los Juegos Olímpicos de París 2024, México marcha con cuatro medallas, dos platas y dos bronces, que se obtuvieron en clavados, judo, tiro con arco y boxeo, esto a reserva de que, el próximo martes, el pugilista, Marco Verde peleará en las semifinales para tratar de llegar a la final, y convertirse en campeón, lo cual sería un resultado maravilloso. Pese a que este deporte le ha dado a nuestro país 13 preseas, en lo que va del siglo sólo se han ganado dos: el bronce de Misael Rodríguez en Río 2016 y una del mismo color con Christian Bejarano, en Sídney 2000.
El hecho de haber asegurado medalla ya es un logro para Marco, hijo de Manuel Verde, un boxeador que asistió a Barcelona 92 y compitió en la categoría de menos de 81 kilos finalizando en el sitio 17, muy lejos de la lucha por las medallas. Su vástago quiso emularlo, e ir más allá, y con el bronce que tiene en la bolsa ya lo logró.
Lo que consiguieron Prisca Awiti y el equipo femenil de tiro con arco es histórico, porque en el judo es la primera medalla que se gana, lo mismo que en la prueba por equipos. Debemos sentirnos orgullosos de ella y también de Ángela Ruiz, quien lo logró con 18 años, de Ana Vázquez y de Alejandra Valencia, quien buscaba tres medallas. Estos resultados se traducen en que 23 de las 35 preseas que México ha obtenido de Sídney 2000 a París 2024 han sido ganadas por mujeres.
Esto también es histórico, ya que antes de Sídney 2000 sólo dos deportistas mexicanas habían sido medallistas olímpicas. Teníamos que remontarnos hasta México 68 con Pilar Roldán (esgrima) y Maritere Ramírez (natación) para contar a las mujeres que habían subido al podio. Se nota claramente como son ellas quienes durante el primer cuarto del siglo XXI han dominado el deporte nacional.
Sobre la esperada medalla de Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya la sorpresa no fue que la ganaran, sino que estuvieron a 2.07 puntos de ganarle a la pareja de China, y llevarse el oro. Los rostros de Daoyi Long y Zongyuan Wang quedaron en una estampa que pasará a la historia, porque su angustia reflejaba que habían perdido frente a los mexicanos. Se trata de un deporte de apreciación, en el que los jueces valoraron que merecían mejores calificaciones.
Como bien dijo Osmar, para nosotros fue oro y les quedaron ganas de ya estar en Los Ángeles 2028 para no dejar duda de que los chinos no son invencibles y México es capaz de ganar el metal máximo, tal como lo hizo Joaquín Capilla hace 68 años, en Melbourne 56.
En los clavados es la plata número ocho de las 16 medallas que se han ganado en la historia, y todavía falta que Osmar Olvera compita en la prueba individual, el próximo 6 de agosto. Les pido que vayan contando ahí otra presea.
POR BEATRIZ PEREYRA
COLABORADORA
@BEATRIZPEREYRA
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