ORBITANDO

Entre represores te veas

No podría ser de otra manera, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, entró al quite para defender a su compadre y aliado venezolano

OPINIÓN

·
Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

No podría ser de otra manera, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, entró al quite para defender a su compadre y aliado venezolano, el presidente Nicolás Maduro. Ambos encabezan “dictaduras prósperas, de respeto a la libertad de expresión y a los derechos humanos”.

Ambos exigen al contexto mundial que no se entrometa en sus asuntos, en todos los sentidos, pero, sobre todo, en el ejercicio de sus procesos democráticos electorales. El más reciente, claro y transparente se celebró en Venezuela, donde supuestamente resultó ganador Maduro con 52% del voto popular.

Por su parte, el “demócrata” Ortega ha cerrado 5 mil 380 ONG desde 2018, en su mayoría, eliminadas en los últimos dos años. Entre las que destacan cientos de entidades religiosas, asociaciones de mujeres, productores, deportistas, intelectuales, decenas de universidades y centros educativos privados.

Casi todos estos grupos e individuos anulados o expulsados en Nicaragua tienen como característica principal haber criticado el “floreciente” régimen sandinista, que se encuentra a un paso de convertirse en ¡una potencia regional económica debido a lo positivo de sus políticas! 

Resulta paradójico que a este par de dictadores no les gusta que se inmiscuyan en sus asuntos internos, aunque ellos sí se entrometan. Ortega primero criticó a sus homólogos, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y al colombiano Gustavo Petro, al decirles que se estaban “arrastrando” con los yanquis y los europeos sobre la crisis electoral en Venezuela.

Después, Ortega subió el tono y le ofreció a su camarada Maduro enviar a los poderosos “combatientes sandinistas” a Venezuela para apoyar a su Ejército, en caso de que ocurra lo que denominó una “contrarrevolución armada”, al participar en la urgente y virtual cumbre con jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Maduro, por su parte, decidió comenzar una cacería en contra del “terrorista” bloque opositor y, en particular, contra María Corina Machado y el excandidato presidencial, Edmundo González Urrutia. De hecho, está legalizando en la Asamblea Nacional una nueva ley que le dé armas para destruir a ese grupo “antipatriota y antichavista”.  

La medida busca callar bocas, que no se diga que Maduro no es un demócrata y que se apega a las leyes que rigen en Venezuela, pero esas tretas ya no se las cree nadie. Es el siglo XXI, no se puede engañar a nadie con un disfraz de demócrata. Es seguro que no va a cambiar su postura, pero no quiere volver a ser congelado ni económica ni energéticamente.

La pregunta es: ¿Por qué  China, que representa una válvula de salida económica para todos los vetos de Occidente, no ha levantado la mano amiga? ¿Será porque la deuda de Caracas con Beijing ya es muy abultada, puede pensar que se trata de dinero tirado a la basura? Es posible.

Lo cierto es que Ortega se abrió de capa para apoyar a su cuate Maduro; algunos otros amigos sólo piden que no se metan en los asuntos de Venezuela, o sea, no son claros, aunque su postura los desnuda.

POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ

COLABORADOR

@PAPADEPONCHO

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

MAAZ